< > Pensamientos
<< >> Frases en voz alta
En lo personal este fue uno de los capítulos que más tensión me causaron. Tengo sentimientos encontrados con los personajes.
CUANDO SONRÍES
“Sólo un
momento necesito, sólo un momento,
para decirte con mis manos lo que siento,
y que en un instante se detenga el tiempo,
y en ese momento que pare el universo.
Sólo un momento preciso; y no lo encuentro.”
para decirte con mis manos lo que siento,
y que en un instante se detenga el tiempo,
y en ese momento que pare el universo.
Sólo un momento preciso; y no lo encuentro.”
Rúben Sada
Luna no era el tipo de chica que buscaba hacer amistades,
tampoco pasaba horas frente al espejo antes de salir de su habitación, no era
simpática, incluso era un poco antipática con ciertas personas, de pocas
palabras y testaruda… y todas estas cualidades, o la falta de ellas, solo la
hacían más interesante a los ojos de su compañero de clases. Hiroki no supo en
que momento sucedió, aunque suponía que desde la primera vez que la vio, lo
cautivó y era de ese tipo de atracción que no tenía retorno, que era una vía de
sentido único. Trabajar con ella era tan bueno como desalentador, porque a
pesar de lo cerca que estaban, él no encontraba la fórmula de romper el muro de
concreto con que protegía sus sentimientos.
<No es un robo si vas a devolverlo…> Hiroki se justificaba por lo que a continuación haría, quizás lo
descubrieran y su promedio pagaría por ello pero no le importaba demasiado, era
una oportunidad única y no la desperdiciaría con pequeños temores triviales. El
caso era que estaba desesperado y lo sabía, lo aceptaba y vivía con ello. No
había forma de acercársele sin ser objeto de su implacable y fría mirada, hablarle
constituía toda una proeza si se tomaba en cuenta que su lenguaje de
monosílabos no alargaba demasiado una conversación y ni hablar de hacerla
sonreír… por supuesto lo hacía, no para él, pero sí cuando estaba con su grupo
de amigas en la cafetería, no demasiado seguido, más si se observaba suficiente
tiempo , como era su costumbre, podría ser testigo de la curva de sus labios y
el movimiento de sus rizos; sin embargo, las últimas dos semanas todo fue
distinto.
Durante los últimos días de clase nació en él una pequeña
esperanza, ella tenía un mejor humor y sus platicabas se tornaban más
relajadas, pero desde el primer examen final Luna se mostraba molesta y a la
defensiva, sus comentarios eran mordaces lo que combinaba con la expresión de
repugnancia a casi cualquier ser vivo que se le acercase. Hiroki mientras tanto
distinguía un toque de tristeza y melancolía en sus ojos, trató sin resultados
exitosos de indagar sobre el origen de su estado de ánimo, finalmente
estuvieron de vacaciones y al no tener ninguna excusa de trabajo que los uniera
buscó una oportunidad y como si el destino estuviera conspirando con él, la
encontró.
<<Bien
caballeros y señoritas, las notas respectivas están ya en el sistema, si tienen
alguna observación pueden hacerla en este momento, sus trabajos están ordenados por apellido… no pueden tomar
ninguno que no sea el suyo, si descubro a alguien hacerlo, tomaré medidas y no
desean saber cuáles serán >> la
catedrática de “Fotografía y arte visual” se colocó al fondo de la habitación,
observaba de reojo a cada alumno, no esperaba reclamos ya que las notas habían
sido realmente satisfactorias así que se sorprendió un poco cuando uno de ellos
se acercó y le preguntó el porqué de su calificación, era a su criterio una
nota excelente así que se molestó un poco y centro toda su atención en resolver
el asunto, descuidando así los trabajos que aún seguían en la larga mesa que
había dispuesto para acomodarlos.
<Es
el momento> pensó, y con una mano temblorosa tomó el
grueso álbum, mientras la catedrática se enfocaba en hablar con uno de sus
compañeros, lo colocó bajo el suyo y firmo rápidamente la lista de asistencia
que estaba sobre la mesa, salió del salón
y con paso rápido se dirigió a su habitación, donde podría reunir el
valor suficiente para caminar hasta la habitación de Luna de donde seguramente
lo echaría sin dejarlo hablar… hasta que le mostrara que él tenía en su poder
algo que le pertenecía.
v
Pasaba
los canales uno tras otro, sin darle el tiempo suficiente para observar con
claridad cuál era su contenido, presionó el botón de apagado de la televisión y
se sentó sobre su cama, miró el libro sobre la mesa de noche, no le apetecía
leer así que tomo su portátil y la
prendió, echó un vistazo rápido a las redes sociales, ningún mensaje nuevo,
nada que valiera la pena ver; buscó las actualizaciones de las series que veía
pero recordó que era domingo, el día muerto… al cabo de un rato cerró la
portátil y atrajo su móvil, cargó uno de esos juegos en los que siempre ganaba
y se perdió en el mundo de encontrar diamantes de colores, hasta que alguien
irrumpió en la habitación.
<<¡¡Medusa,
ya es de día!! ¡ARRIBA HOLGAZANA!>> Frank le quitó
la almohada que sostenía su cabeza, y está cayó en el colchón, después de un <<DEJAME
EN PAZ>>, Luna se puso de pie cual resorte, para sorpresa de
su hermano no intentó sacarle un ojo, o fracturar su nariz, solo se limitó a
decir: << ¿QUÉ NO TIENES UNA VIDA
DE QUE OCUPARTE?... PUES VIVELA Y DEJAME EN PAZ >>. Nada de insultos
o amenazas, la situación era grave, pensó su mellizo.
---Bien, suéltalo, ¿Qué es? – Frank se
apoyó en el ropero y puso su mirada de “terapeuta”
que usaba en ocasiones como esta, no es que Luna le contara todo, pero al pasar
por un problema, que casi siempre tenían que ver con asuntos familiares,
recurrían el uno al otro… y él asumía que algo andaba mal, no porque su gemela
se pasara el día entero en pijama o viendo televisión, eso era parte de su
concepto de vacaciones, si no por su apatía, que no quisiera golpearlo
constantemente, no era buena señal.
---No
sé de qué hablas…- Luna cruzó sus brazos en una clara
señal que no le diría nada, confiaba en su hermano, pero jamás había hablado
con él de aquel tema… y es que no había nada de qué hablar, en la secundaria
varios chicos habían llamado su atención pero no entablo conversación con
ninguno, tampoco hablaba con sus amigas de ello, no le hacía gracia que un
grupo de chicas hiciera comentarios de doble sentido para que ella se pusiera
roja, algo que aún no lograba controlar.
---Te has negado toda la semana a salir con tus
amigas, y ahora simplemente quieres que te deje en paz en lugar de lanzarme uno
de tus adornos para que me largue- su tono de voz era plano y también cruzó los brazos.
---
¿Piensas que algo está mal conmigo solo
porque no me comporto como lunática?...
y sabes que no me gusta salir- rodó sus ojos y soltó un bufido de
frustración, Frank posó su mirada en ella como si quisiera leer sus
pensamientos, Luna apartó la mirada pero comenzó a dudar, quizás él supiera algo
y estuviera poniéndola a prueba… <¿Cómo
podría enterarse? … ¡Sol!, si lo sabe tuvo que ser por ella, pequeño mounstro
chismoso, como pude confiar en ella. >
--- Bueno, dado que siempre te comportas como
lunática… no me culpes por preocuparme, nuestros padres me quitarían la
herencia si dejara que a su “pequeña niña” le pasara algo…- Frank notó que
ella estaba nerviosa, pero si insistía solo lograría que en verdad le lanzara
unas tijeras para que se fuera de ahí, quizás fuera hora de bajar la guardia- solo estoy siendo tu hermano Luna, no es
necesario que te alejes de todo el mundo, sea lo que sea, sal de aquí y recibe
un poco de sol … pareces vampiro- lo último lo menciono con una sonrisa.
Luna
le lanzó una almohada que él atrapó antes de que llegara a su objetivo, < Quizás no sepa nada, después de
todo> pensaba, mientras le ofrecía una media sonrisa que parecía
más una mueca.
---
Solo no quiero salir, porque nunca quiero
salir, no entres en pánico “campanita” aún “creo”…- Frank no pudo evitar
reír al escuchar de nuevo los singulares apodos que su hermana le imponía- supongo que estoy cansada luego de los
exámenes y por eso no te insulto tanto, pero descuida, me pondré a trabajar en
ello- se había acercado para darle un golpe en el hombro.
---
Bien… puedes quedarte todo el día en la cama hoy, es más ni siquiera tienes que
darte una ducha, aunque por tu olor te lo aconsejaría…- su
último comentario propicio un nuevo golpe que él detuvo, rio y luego posó su
mano en el hombro de Luna- pero mañana
saldrás conmigo y no puedes decir que no- se alejó y salió del cuarto sin
dejar que Luna respondiera, Frank nunca aceptaba un no por respuesta.
v
El
reloj marcaba la 1:00 pm, hacia veinte minutos que su hermano abandonó la
habitación, Luna pensaba tomar una ducha pero su cuerpo se resistía a
levantarse de la cama, en medio de almohadas y cobertores, además ya iba por el
nivel once de trece niveles en el juego de los diamantes de colores, era muy
buena exploradora se felicitaba a sí misma, aunque solo fuera de forma digital.
La
puerta resonó pero ella no lo escuchó sino hasta un momento después, los
audífonos estaban en sus oídos, maldijo por lo bajo y pausó el juego, no se
molestó en colocarse las pantuflas y descalza fue hasta la puerta, su hermano
estaba siendo una verdadera molestia este día… su malhumor no le permitió darse
cuenta que Frank nunca tocaba la puerta para entrar.
<<
¡Maldición! Que quieres aho…>> las palabras se
atoraron en su garganta, no era su hermano quien tocaba su puerta, abrió sus
ojos con sorpresa y luego movió un poco la cabeza sin entender la situación, él
estaba ahí, no debería estarlo, jamás le había dicho el número de su
habitación, ¿estaba molesta? No lo sentía así, pero no le hacía feliz, ¿o
sí?…le tomo unos cuantos segundos darse cuenta de la ropa que llevaba puesta,
su pijama rosado y la camiseta con pequeñas ovejas durmiendo, descalza, con el
cabello en estado natural…quizás lo más sabio hubiera sido tomar esa ducha.
Cerró la puerta de golpe, dejando un <<Hola>>,
de su interlocutor, opacado.
---
Ehh… ¿Luna?- Hiroki hablaba desde
atrás de la puerta, ella aún estaba justo al otro lado, buscando una razón para
que estuviera ahí, y la forma correcta de comportarse… de cualquier manera,
¿Qué eran? ¿Amigos? Bueno, no lo odiaba tanto como al inicio pero…<no somos amigos, ¿Quién le dio permiso
de aparecerse en mi habitación?... ¡Maldito acosador!>.
---
¿Qué quieres? – Fue la única respuesta que se escuchó
desde el otro lado, el chico no se había preparado para encontrarla en
semejante estado, no creía posible que la Luna fiera que él conocía pudiera
tener un lado tan… tierno. Verla así había causado muchas reacciones en su
interior, pero ninguna de ellas negativa,
<parece encantadora de cualquier manera> pensaba, y sus rizos se
veían más salvajes que nunca, otro de los pequeños placeres que le ofrecía ser
su compañero en todas las materias, dar miradas furtivas a sus rizos que
parecían jugar con el viento.
---
Si… hmm… la cosa es que… tengo tu álbum- Luna no respondió
nada inmediatamente, ¿a qué álbum se refería?, no lo recordaba – de la clase de fotografía- <Ohh ese álbum> pensó, pero no le
veía sentido, ella tenía un sobresaliente en la actividad, copias de las fotos y lo cierto era que no
significaban nada especial para ella, pero él se había tomado el trabajo de
recogerlo y traerlo… <Genial ahora tendré
que agradecerle> se lamentó.
---
Esta bien- <Déjalo en el suelo y vete> paso por su mente, pero no podía
comportarse como una completa perr… insensible, podía, pero no tenía energía
para ello- Salgo en unos minutos,
espérame a la salida del edificio- Se apresuró a ducharse y cambiarse.
--- Bien- respondió Hiroki, pero Luna ya se
había retirado del otro lado, aún tenía unos minutos para repasar su argumento,
no es que hubiera pasado los dos últimos días teniendo conversaciones mentales sobre
como preguntarle qué le ocurría… bueno quizás si lo había hecho.
v
Luna
jamás había tomado una ducha tan rápida, ella prolongaba el baño durante
aproximadamente una hora, pero en esta ocasión lo hizo en el memorable tiempo
de diez minutos, lo logró al no lavar su cabello y eso conllevo perder más
tiempo del debido frente al espejo, tratando de domar a los rizos que no
accedían a quedarse en su lugar; se dio por vencida y con la ayuda de una liga
se lo enrolló hasta formar un moño. Echó un último vistazo a su aspecto y se
dispuso a salir, Hiroki debía haberla esperado alrededor de veinte minutos, no
le importaba demasiado hacerlo esperar, pero quería sus fotografías de regreso,
no porque las necesitara, si no simplemente porque eran suyas y se sentía muy impropio que él tuviera algo
que le pertenecía.
El
teléfono de la habitación sonó justo cuando cruzaba la puerta, no esperaba
ninguna llamada pero podían ser sus padres, regresó y descolgó el auricular en
un movimiento brusco, <<Diga… no,
es la extensión equivocada>>… <
¡M%$#$!> exclamó para sus adentros, había sido un número equivocado, se
apresuró a salir y llegó lo más rápido que pudo hasta las gradas que se
dirigían al piso de abajo, su habitación estaba en el cuarto piso del edificio,
bajo trotando al tercer piso y luego se detuvo. < ¿Por qué estoy corriendo? … es solo un álbum, y es solo ese chico
que no me deja en paz aún en vacaciones…tranquilízate Luna, no tiene importancia > caminaba
despacio, contando los escalones, mientras se regañaba a sí misma.
v
El
viento agitaba incesantemente las hojas del árbol frente a él. Hiroki había
esperado su llegada más de treinta minutos, <No
vendrá> se decía, < Diablos ¿Porque
pensaste que lo haría?> se torturaba. No era propio de ella hacer cosas
que no le apetecían y estar en compañía de él no era de sus actividades
favoritas, todos los rechazos anteriores, todos los intentos fallidos de
congeniar, todos sus gestos de indiferencia, se atropellaron en su mente uno
tras otro, en un solo minuto, y la realidad lo golpeó…<Jamás se fijara en ti>. Tomó lo que quedaba de su orgullo y
se puso de pie, colocó el álbum en la banca en que había permanecido sentado y
se marchó.
v
Al
llegar al primer piso no vio a nadie ahí, por lo que supuso que estaría afuera,
al pasar por la puerta de vidrio una suave brisa la envolvió, se felicitó por
haber escogido el moño, porque si no su cabello ya luciría como un desastre
mayor. Vio hacia la derecha e izquierda pero no había nadie ahí. Sintió una extraña
inquietud y caminó hacia una banca que parecía tener sobre ella un pequeño
paquete de color ocre, era su álbum, solo el álbum, sin rastro del chico. <¡¡Idiota!!…interrumpe mi fiesta de domingo y se va cuando ya me ha
hecho vestirme para recibirlo>… <<¡¡Estúpido
acosador!!>> dijo en voz alta, tomó el paquete y con evidente
molestia caminó de regreso a su “fiesta de domingo”, ya que sus reflejos estaban
disminuidos por la rabia, el álbum se deslizó de sus manos y cayó al suelo. Maldijo
y se agachó para recogerlo, el objeto se abrió en una de las últimas hojas, era una foto que no
recordaba haber incluido, no, estaba segura de no haberlo hecho… porque no la
había tomado; se levantó pensativa y observó, era ella en la exposición de casi
un mes atrás, junto a la pintura ganadora del primer premio… era ella feliz,
era ella… sonriendo. En el título de la fotografía, se leía…<<Cuando sonríes>>, Luna no
supo que sentir, ni que pensar. <<Maldito
acosador>> acusó de nuevo y cerró el álbum de golpe.
v
<<
¿Qué hiciste hoy? >> Le preguntó Sol cuando regresó, ya
bien entrada la noche, de su paseo del día. <<Nada…existir>>
contestó Luna perezosamente y se dio la vuelta para seguir leyendo. “La sombra”
estaba especialmente aburrida, demasiada narración y muy poco de todo lo que
pensó que encontraría, pero necesitaba poner cara de máxima concentración para
que Sol no preguntara más, tenía un pequeño pellizco en la boca del estómago
desde que vio la fotografía… y desde que él no se quedó, porque para ser
justos, Hiroki estaba siempre, aun cuando ella no lo hubiera pedido, si lo
necesitaba, de alguna manera extraña, aparecía, no se había percatado de eso,
hasta hoy… necesitaba dejar de pensar, <La
sombra… concéntrate, “Robinson no estaba seguro de que fuera a resolver el caso
… ¿Por qué me dio la fotografía? Seguro quiere un favor a cambio… Ya deja de pensar
en ese idiota>…<<Ah>> exclamó
como una queja entre dientes. Sol que estaba colocando las compras sobre la cama, inmediatamente se dio la
vuelta. Era todo, el interrogatorio comenzó.
---
¿Te pasa algo? – se sentó al borde de la cama, frente
a Luna y la observó. Se veía triste todos los días, ella sabía el motivo, y le
había dicho innumerables veces que aclarara las cosas con Alex, que todo debía
ser un malentendido, pero Luna tenía por regla de vida dejar que las soluciones
tocaran a su puerta; sin embargo, en este momento se veía distinta, no triste…
un poco molesta y algo más que no sabía distinguir.
---
No-
Hizo como que leía seriamente el libro –
es un personaje del libro al que no soporto- y siguió “leyendo”.
---
No soportas el libro, ayer dijiste que lo dejarías-
Luna volvió su mirada hacia su compañera … necesitaba comenzar a poner atención
en lo que ella misma decía, por un segundo se vio tentada a contarle … luego se
echó para atrás , sería darle importancia.
---
Y tenía razón ayer, le di otra oportunidad hoy y murió para mí.
– Dejó el libro sobre la mesa de noche y desenrolló sus audífonos para escuchar
algo de música.
---
Luna si tanto te molesta lo de Alex, ve y dile algo… él no sabe que estas
molesta, y si no vas y arreglas las cosas con él, entonces supéralo, te insistí
toda la semana en salir conmigo y solo logré que me amenazaras con tirarme a
Tomasa si seguía insistiendo. – Luna rio al recordar
ese momento, Sol la miró esperando una respuesta.
---
Eso tiene solución… ya no insistas, no quiero salir, aunque Frank me amenazó
con atarme con un lazo si no voy mañana con él. –
Sol no se guardaba casi nada, no vivía sus penas en soledad, y eso al inicio la
alteraba, la forma en que veía las cosas desde el lado positivo la hacía
sentirse como una ostra, siempre cubierta por su caparazón y negándose a
interactuar con el mundo, <Bah… tú
eres realista, Luna> se consolaba, pero poco a poco se había
acostumbrado a los consejos de Sol y a las charlas que podía sostener por horas
y horas.
---
Sí… algo mencionó, pero no incluía el lazo, iremos a una feria de dibujantes
aficionados, fuera de la ciudad… pero no le digas que te dije, y no desvíes el
tema, dime que te pasa, si no es Alex , es algo o alguien más…¿Llamaste a tus
padres?- Sabia que le ocurría algo y lo iba a averiguar.
---
¿Iremos? … Es decir, que tú vendrás con nosotros… ¿sabes que me robas tiempo de
calidad con mi hermano? – Quiso reírse al terminar de
decir esto, Sol lo hizo- No llamé a
nadie, alguien llamó cuando iba de salida, pero era número equivocado- vio
la bolsa que estaba en la cama con el sello de una librería - ¿Nuevos? – y sin preguntar tomó la bolsa
y saco tres libros del interior.
---
Ibas de salida… ¿A dónde? … Oh, qué bonito- Cuando Luna se
levantó para tomar los libros el álbum
bajo su almohada se salió un poco de lugar, sin mediar palabra y antes que el
brazo de Luna pudiera detenerla, lo alzó y lo abrió- Wow… son preciosas, seguro sacaste un sobresaliente.
Luna
tuvo el impulso de arrebatárselo de las manos, pero debía guardar la calma y
fingir que estaba bien, que no tenía importancia.- Ah… si, era una tarea, nada especial- mientras pasaba las hojas
con fotografías, Luna pensó en que no tenía importancia realmente, pero el
pellizco en el estómago seguía ahí, <Fue
el almuerzo> se justificó. Cuando casi había llegado al final, quiso
quitárselo- Lo guardaré- dijo, pero
Sol se levantó de un salto y no se lo entregó.
<<¡Ah!...
algo ocultas aquí, veamos…>> sacudió el objeto para
comprobar que no tenía ningún papel escondido, <<No seas ingenua, si escondiera algo, no lo encontrarías>>
le dijo Luna lo más naturalmente que pudo. <<
Hmmm >> Sol la miró con los ojos entrecerrados y volvió su vista al
objeto, justo en la última fotografía… <<
Oh… ¿Quién tomo esta foto?... mira, incluso pareces feliz>. Luna fingió
una risa sarcásticamente << Ja, ja,
ja… estoy feliz, es el día de la exposición>>. Se quedó quieta, Sol
observaba aún la foto.
<<Hiroki
la tomó, no sé cómo consiguió el álbum, hoy…>>
y terminó contándole todo lo que pasó, excepto lo del malestar en su estómago,
eso podía ser solo gastritis. Sol escuchaba atentamente, esperó a que terminara
para decirle lo que pensaba. <<
Bueno, es un lindo regalo, seguramente espero mucho tiempo para tomarte la
foto… no sonríes a menudo>>, Luna se encogió de hombros, << ¿Cuánto tiempo espero? >> Continuo
Sol. <<No lo sé, más de media hora…
pero no importa, si quería darme la foto, que tomó sin mi permiso… ya está
>>. Luna quiso desviar la conversación, preguntándole por los nuevos
libros, pero Sol intervino de nuevo <<
¿No te sientes mal? Es decir… él vino hasta aquí y luego lo dejas esperando, te
regalo algo y no piensas en darle las gracias, ¿aún está en tu lista negra de personas?...
parece un buen muchacho, y quizás… bueno… ¿le gustas? >> Luna se rio burlonamente, aunque en su
interior algo se revolvió. <<
¿Gustarle? … No le gusto, solo es un enfermo obsesionado conmigo, estoy harta
de que me busque, de que me acose, ahora incluso me toma fotos… me dio esta,
pero quien te asegura que no tomo fotos de otras partes de mi cuerpo… ¡ves, es
casi un delito de acoso! , y no es tan bueno como parece, no me siento
mal>> le quito el álbum y lo guardo como si fuere algo indeseable, en
una de las gavetas que nunca abría. <<Tema
cerrado>> dijo Luna y fue a cepillar sus dientes, dejando a Sol
extrañada < Claro que le gustas, pobre
chico>> pensó Sol.
v
El
taller estaba vacío, las puertas permanecían abiertas, pero nadie se acercaba
en vacaciones. El olor a pintura fresca la hizo recordar otro taller, semanas
atrás, cuando todo parecía ir bien… ella no había asistido a la última clase
con Alex, él la llamó algunas veces, pero no contestó y el móvil no volvió a
sonar. La exposición de pintura para aficionados estuvo aceptable, criticar el
trabajo ajeno siempre era rejuvenecedor y después su hermano la obligó a
quedarse todo el día visitando este pueblito cerca de la ciudad, Sol la observaba como buscando rastro de
algún sentimiento nuevo, después de la plática del día anterior, pero Luna se
mantenía impasible. El martes volvió a su rutina, lo mejor que pudo, pero las
cosas se pusieron extrañas desde que algo con lo que estaba bastante
familiarizada se acuno en su pecho, culpa, se sentía culpable… todo era por esa
< ¡estúpida! > Conversación, o
mejor aún, el motivo era la foto… no, la causa era él, sentía una especie de
remordimiento por su comportamiento con Hiroki.
No
iba a llamarlo, pero si se encontraran por casualidad, podría darle las gracias
y quitarse de encima el llamado de la conciencia. Él era al único que había
visto varias veces usar el taller los fines de semana, pintaba no porque debía,
sino porque le gustaba, así como ella misma, cuando dibujaba, pero prefería
hacerlo en otro lugar, no en el taller. Por la mañana se vistió para salir
justo después que Sol se fue, no quería una de sus pláticas de conciencia, ella
solucionaría esto a su manera. Mientras caminaba frente al edificio, se dio
cuenta que no había pensado en su decepción amorosa tan intensamente como los
días anteriores…<Esta bien que sirvas
de algo, acosador> pensó, buscó en la segunda mesa de la derecha, ahí la
luz natural llegaba en un ángulo que favorecía la labor, ahí estaba él, con una
expresión de concentración, sus manos se movían con un ritmo particular entre
el lienzo y la pintura, luego una pausa en la que observaba la obra, y de nuevo
el ritmo de los pinceles. Era una especie de danza. Algo en su interior le hizo
notar que había puesto más atención en él de lo que pensaba, pero puso tierra,
mentalmente, sobre su pensamiento y con paso firme entró al aula.
---
Pensé que no había nadie – Sus músculos se pusieron tensos al
recibir su mirada sobre ella, Luna no se atrevió a verlo a los ojos al inicio,
pero luego pensó que entre más rápido le dijera lo que iba a decirle, más
pronto se iría.
---
Ya ves que si – Dijo Hiroki, desviando sus pupilas de
nuevo al lienzo, nadie dijo nada por unos minutos.
Hiroki
se había sentido como un cobarde segundos después de retirarse del lugar en
donde la había esperado. Regresó algunos pasos y luego dudó, de nuevos las
imágenes de que ella no quería ni siquiera verlo para que le regresara algo
suyo, retomó los pasos hacia su habitación. Los siguientes dos días se obligó a
realizar las actividades de siempre, pero su inconsciente lo traicionaba y el
nudo en su pecho regresaba, sentía dolor, un dolor que le recorría toda la
espina dorsal, no era solo dolor hipotético, si no verdadero dolor, físico. El
terrible sentimiento de haber tenido esperanza y darse cuenta que en realidad
fue solo en su pensamiento, porque en realidad nunca la tuvo, lo atravesaba
entre pecho y espalda. Y no era culpa de ella… porque Luna nunca había hecho
nada para que el pensara algo, era enteramente su culpa, debía superarlo.
Pensaba en todo eso cuando un ruido lo alertó y al escuchar su voz, casi deja
caer el pincel. Tuvo el impulso de disculparse, pero si quería superarlo lo
mejor sería alejarse, así que se comportó como si no pasara gran cosa y puso toda
su fuerza de voluntad en que no se notara el temblor en los pinceles que
tomaba.
---
Gracias…por devolverme el álbum- Luna se acercó un poco
más, pero ya que no era especialmente observadora, no notó como temblaban las
manos del chico, de la misma forma que lo habían hecho cada vez que la ayudó
con algún trazo en los trabajos de clase.
Hiroki
dejo lo que estaba haciendo y se enfocó en ella. Usaba una coleta de la que se
escapaban pequeños mechones de los lados. Su cerebro le estaba jugando una mala
pasada, escucho que ella le daba las gracias.
---
Toma, es tuya.- le tendió la última
foto del álbum, la que había escogido de entre muchas, y a la que había escrito
algo atrás, pero ella no parecía sorprendida positiva o negativamente. <No lo leyó> pensó y una parte de
su cerebro le dijo que quizás fuera alguna fuerza superior intentando decirle
algo, fue por ello que tomó la fotografía sin reparos.
Luna
dejo de retener la respiración. Estaba hecho, le dio las gracias y le devolvió
esa foto que no le gustaba tener en su poder… era como si él intentara decirle
de que forma la veía, no le gustaba sentirse observada y tampoco le agradaba
eso que sentía que no tenía nombre, aunque quizás fuese remordimiento… ahora
más que nunca era consciente de que se le había pasado la mano algunas veces
con él.
---
Lo siento… no debí irme, y tomé tu trabajo porque no llegaste el día de la
entrega, la foto… era una especie de regalo, porque trabajamos muy bien juntos
en el proyecto. – Estaba justo frente a ella, su olor lo
mareaba, intentaba calmar el impulso de acercarse más, vio el hueco entre su
cuello y clavícula y pensó el milagro que sería hundir su nariz en ese lugar ,
posar sus labios justo ahí, <Maldición,
eres un pervertido, deja de pensar en ella de esa manera, jamás pasará>
se reprendió.
Ella
sintió como el ambiente se ponía tenso y extraño, era hora de marcharse, se
estaba sintiendo incómoda. Porque ella lo había dejado esperando mucho tiempo y
era él quien se disculpaba, Hiroki siempre la hacía sentir como si él fuera
mejor persona que ella, y eso le
desagradaba. Así que solo por esta vez, ella sería la buena de la película.
---
No te disculpes, tarde mucho tiempo porque recibí una llamada y gracias por el regalo pero es tu foto, debes
conservarla, para la próxima avísame, así puedo mostrar mi expresión de
siempre- La cara de Luna era indescifrable, no podría decirse
que estaba molesta, tampoco feliz. El rostro de Hiroki se ilumino como luces
chinas, luego de escucharla.
El
dolor se apaciguo, ya no punzaba tanto. <Ella
recibió una llamada, por eso no bajo… si te hubieras quedado> sabía que
lamentarse no solucionaría nada, así que dijo lo que tenía pensado hacia muchos
días atrás.
---
Tu expresión de siempre es como un atardecer, luminoso e intenso y tu sonrisa es
esa nube irregular que vuelve el paisaje impresionante. - Luna se sorprendió,
pero su cara no lo mostró, el malestar en su interior solo aumentaba, debía
salir de ahí.- Solo estoy tratando de
parecer intelectual.- Hiroki rio, y ella se relajó pero no lo imito… porque
para ella sonó como un cumplido.
---
Eh… si, bien, solo avísame la próxima vez.-
< Bien de nuevo comportándote como
una… solo no seas tan dura… pero él es tan desesperante> pensaba, lo
desesperante era que Hiroki la desconcertaba, ella estaba acostumbrada a las
pocas palabras, y él era muy diferente a ella en ese sentido, aunque era tímido
no lo parecía en ese momento.
Al
ver la cara de hastío de Luna, entendió que su comentario no le había gustado.
Quiso golpear su cabeza contra la pared, porque todo lo que hacía, lo hacía
mal.
---
Me voy, hasta luego… cuídate. – Luna no lo pensó más
y acto seguido salió del lugar, sin esperar la respuesta del chico. <Completa perr… > se repetía, pero
ya no quería prolongar más el asunto. Él no era nadie para ella.
Escucho
unos pasos tras de sí y eso la transportó a la primera ocasión que la siguió,
para ofrecerse como su compañero de grupo. Sabía que era Hiroki, porque era
lógico… y quizás ya conocía como sonaban sus pisadas, había aprendido algunas
cosas de él durante el ciclo, pero nunca lo admitiría.
---
Luna… - Ella se volvió, lo más tranquilamente que pudo,
pero estaba poniéndose nerviosa, quería que esa situación con Hiroki terminara
de una vez, desde cuando el chico asiático le provocaba sentimientos que no
entendía.
---
¿Qué pasa?- Quizás las palabras salieron demasiado
tajantes, pero era lo mejor. El chico traía un papel en su mano.
---
Bueno, hay una exposición… es de la cultura asiática, varios dibujantes famosos
vendrán, es un poco lejos, pero creí que te gustaría ir… tengo dos entradas, si
quieres ir con alguien. – Le tendió los dos tickets, ello lo
vio con recelo, lo pensó unos segundo, el siguió esperando.
<
¿Por qué no solo te largas? … eres desesperante>
fue lo primero que pensó… pero cuando él le dijo acerca de la exposición se
quedó sin palabras, mentalmente, <
¿que debía pensar?, no estaba invitándola a salir, porque le estaba dando las
dos entradas… ¿otro regalo?, eso sonaba más lógico… pero si era así, ¿Por qué?
… y entonces las palabras de Sol le sonaron como venidas desde atrás de su
nuca… “quizás… ¿le gustas?”> sacudió esos pensamientos. No era así. Ella
no le gustaba. < ¿Quería ser su amigo?
> sonaba tremendamente mejor, pero también peor… su único amigo hombre
fue siempre su hermano, no necesitaba más. Fue en ese segundo de reflexión que
se encontró con los ojos del muchacho. Claros, tan claros como el agua de una
laguna, verdes, cuando los vio solo pensó en como seria verlos destrozados… esa
laguna, erradicada. No le gustó la idea. Y por hoy no sería ella la causante de
la destrucción. <Amigos… no sonaba del
todo mal> la verdad sonaba completamente mal, pero su conciencia se
presentó nuevamente, ella la odio pero a regañadientes tomo una de las
entradas.
Observó
el boleto, jueves, dos días para el evento.
<<Si es a las nueve, debemos irnos temprano, ¿traje casual?>> Dijo
Luna. Él parecía sorprendido, pero encontró su voz más clara de lo que
pensaba << Si, puedes ir como
quieras, es algo informal>>, Hiroki no sabía cómo reaccionar y por
toda respuesta sonrió. << Bien…
hasta luego>> contestó la chica, pero no se movió. <<Eh… es genial que vayamos
juntos>> él realmente se estaba esforzando por encontrar un poco de
coherencia en sus pensamientos, sentía su corazón en el estómago. <<Si… es lo que hacen los amigos ¿no?
Salen juntos>> Luna relajó un poco su expresión y aunque fue un
intento torpe de sonrisa, le regalo lo que luego el chico recordaría como una
expresión digna de pintarse. < Amigos
> pensó el ojiverde, no era del todo desalentador, podría estar a
su lado y eso ya era un pequeño logro. <<Claro>> dijo el joven
finalmente. <<Hasta luego>>
se despidió y ambos tomaron su camino.
v
Cuando
regresó al taller no sonreía, sentía una mezcla de sentimientos reburbujeantes
en su interior. No podía ponerles nombre a todos. Pero la esperanza se apuntaba
en primer lugar, se dirigió hacia la mesa de trabajo y tomó la foto, dándole
vuelta, vio el fragmento de poema que había copiado para ella, casi se alegró
de que no lo hubiera descubierto, leyó para si la última línea < Sólo un momento
preciso; y no lo encuentro>. Quizás…
solo quizás si lo hubiese encontrado.
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