< > Pensamientos
<< >> Frases en voz alta
En lo personal este fue uno de los capítulos que más tensión me causaron. Tengo sentimientos encontrados con los personajes.
CUANDO SONRÍES
“Sólo un
momento necesito, sólo un momento,
para decirte con mis manos lo que siento,
y que en un instante se detenga el tiempo,
y en ese momento que pare el universo.
Sólo un momento preciso; y no lo encuentro.”
para decirte con mis manos lo que siento,
y que en un instante se detenga el tiempo,
y en ese momento que pare el universo.
Sólo un momento preciso; y no lo encuentro.”
Rúben Sada
Luna no era el tipo de chica que buscaba hacer amistades,
tampoco pasaba horas frente al espejo antes de salir de su habitación, no era
simpática, incluso era un poco antipática con ciertas personas, de pocas
palabras y testaruda… y todas estas cualidades, o la falta de ellas, solo la
hacían más interesante a los ojos de su compañero de clases. Hiroki no supo en
que momento sucedió, aunque suponía que desde la primera vez que la vio, lo
cautivó y era de ese tipo de atracción que no tenía retorno, que era una vía de
sentido único. Trabajar con ella era tan bueno como desalentador, porque a
pesar de lo cerca que estaban, él no encontraba la fórmula de romper el muro de
concreto con que protegía sus sentimientos.
<No es un robo si vas a devolverlo…> Hiroki se justificaba por lo que a continuación haría, quizás lo
descubrieran y su promedio pagaría por ello pero no le importaba demasiado, era
una oportunidad única y no la desperdiciaría con pequeños temores triviales. El
caso era que estaba desesperado y lo sabía, lo aceptaba y vivía con ello. No
había forma de acercársele sin ser objeto de su implacable y fría mirada, hablarle
constituía toda una proeza si se tomaba en cuenta que su lenguaje de
monosílabos no alargaba demasiado una conversación y ni hablar de hacerla
sonreír… por supuesto lo hacía, no para él, pero sí cuando estaba con su grupo
de amigas en la cafetería, no demasiado seguido, más si se observaba suficiente
tiempo , como era su costumbre, podría ser testigo de la curva de sus labios y
el movimiento de sus rizos; sin embargo, las últimas dos semanas todo fue
distinto.
Durante los últimos días de clase nació en él una pequeña
esperanza, ella tenía un mejor humor y sus platicabas se tornaban más
relajadas, pero desde el primer examen final Luna se mostraba molesta y a la
defensiva, sus comentarios eran mordaces lo que combinaba con la expresión de
repugnancia a casi cualquier ser vivo que se le acercase. Hiroki mientras tanto
distinguía un toque de tristeza y melancolía en sus ojos, trató sin resultados
exitosos de indagar sobre el origen de su estado de ánimo, finalmente
estuvieron de vacaciones y al no tener ninguna excusa de trabajo que los uniera
buscó una oportunidad y como si el destino estuviera conspirando con él, la
encontró.
<<Bien
caballeros y señoritas, las notas respectivas están ya en el sistema, si tienen
alguna observación pueden hacerla en este momento, sus trabajos están ordenados por apellido… no pueden tomar
ninguno que no sea el suyo, si descubro a alguien hacerlo, tomaré medidas y no
desean saber cuáles serán >> la
catedrática de “Fotografía y arte visual” se colocó al fondo de la habitación,
observaba de reojo a cada alumno, no esperaba reclamos ya que las notas habían
sido realmente satisfactorias así que se sorprendió un poco cuando uno de ellos
se acercó y le preguntó el porqué de su calificación, era a su criterio una
nota excelente así que se molestó un poco y centro toda su atención en resolver
el asunto, descuidando así los trabajos que aún seguían en la larga mesa que
había dispuesto para acomodarlos.
<Es
el momento> pensó, y con una mano temblorosa tomó el
grueso álbum, mientras la catedrática se enfocaba en hablar con uno de sus
compañeros, lo colocó bajo el suyo y firmo rápidamente la lista de asistencia
que estaba sobre la mesa, salió del salón
y con paso rápido se dirigió a su habitación, donde podría reunir el
valor suficiente para caminar hasta la habitación de Luna de donde seguramente
lo echaría sin dejarlo hablar… hasta que le mostrara que él tenía en su poder
algo que le pertenecía.
v
Pasaba
los canales uno tras otro, sin darle el tiempo suficiente para observar con
claridad cuál era su contenido, presionó el botón de apagado de la televisión y
se sentó sobre su cama, miró el libro sobre la mesa de noche, no le apetecía
leer así que tomo su portátil y la
prendió, echó un vistazo rápido a las redes sociales, ningún mensaje nuevo,
nada que valiera la pena ver; buscó las actualizaciones de las series que veía
pero recordó que era domingo, el día muerto… al cabo de un rato cerró la
portátil y atrajo su móvil, cargó uno de esos juegos en los que siempre ganaba
y se perdió en el mundo de encontrar diamantes de colores, hasta que alguien
irrumpió en la habitación.
<<¡¡Medusa,
ya es de día!! ¡ARRIBA HOLGAZANA!>> Frank le quitó
la almohada que sostenía su cabeza, y está cayó en el colchón, después de un <<DEJAME
EN PAZ>>, Luna se puso de pie cual resorte, para sorpresa de
su hermano no intentó sacarle un ojo, o fracturar su nariz, solo se limitó a
decir: << ¿QUÉ NO TIENES UNA VIDA
DE QUE OCUPARTE?... PUES VIVELA Y DEJAME EN PAZ >>. Nada de insultos
o amenazas, la situación era grave, pensó su mellizo.
---Bien, suéltalo, ¿Qué es? – Frank se
apoyó en el ropero y puso su mirada de “terapeuta”
que usaba en ocasiones como esta, no es que Luna le contara todo, pero al pasar
por un problema, que casi siempre tenían que ver con asuntos familiares,
recurrían el uno al otro… y él asumía que algo andaba mal, no porque su gemela
se pasara el día entero en pijama o viendo televisión, eso era parte de su
concepto de vacaciones, si no por su apatía, que no quisiera golpearlo
constantemente, no era buena señal.
---No
sé de qué hablas…- Luna cruzó sus brazos en una clara
señal que no le diría nada, confiaba en su hermano, pero jamás había hablado
con él de aquel tema… y es que no había nada de qué hablar, en la secundaria
varios chicos habían llamado su atención pero no entablo conversación con
ninguno, tampoco hablaba con sus amigas de ello, no le hacía gracia que un
grupo de chicas hiciera comentarios de doble sentido para que ella se pusiera
roja, algo que aún no lograba controlar.
---Te has negado toda la semana a salir con tus
amigas, y ahora simplemente quieres que te deje en paz en lugar de lanzarme uno
de tus adornos para que me largue- su tono de voz era plano y también cruzó los brazos.
---
¿Piensas que algo está mal conmigo solo
porque no me comporto como lunática?...
y sabes que no me gusta salir- rodó sus ojos y soltó un bufido de
frustración, Frank posó su mirada en ella como si quisiera leer sus
pensamientos, Luna apartó la mirada pero comenzó a dudar, quizás él supiera algo
y estuviera poniéndola a prueba… <¿Cómo
podría enterarse? … ¡Sol!, si lo sabe tuvo que ser por ella, pequeño mounstro
chismoso, como pude confiar en ella. >
--- Bueno, dado que siempre te comportas como
lunática… no me culpes por preocuparme, nuestros padres me quitarían la
herencia si dejara que a su “pequeña niña” le pasara algo…- Frank notó que
ella estaba nerviosa, pero si insistía solo lograría que en verdad le lanzara
unas tijeras para que se fuera de ahí, quizás fuera hora de bajar la guardia- solo estoy siendo tu hermano Luna, no es
necesario que te alejes de todo el mundo, sea lo que sea, sal de aquí y recibe
un poco de sol … pareces vampiro- lo último lo menciono con una sonrisa.
Luna
le lanzó una almohada que él atrapó antes de que llegara a su objetivo, < Quizás no sepa nada, después de
todo> pensaba, mientras le ofrecía una media sonrisa que parecía
más una mueca.
---
Solo no quiero salir, porque nunca quiero
salir, no entres en pánico “campanita” aún “creo”…- Frank no pudo evitar
reír al escuchar de nuevo los singulares apodos que su hermana le imponía- supongo que estoy cansada luego de los
exámenes y por eso no te insulto tanto, pero descuida, me pondré a trabajar en
ello- se había acercado para darle un golpe en el hombro.
---
Bien… puedes quedarte todo el día en la cama hoy, es más ni siquiera tienes que
darte una ducha, aunque por tu olor te lo aconsejaría…- su
último comentario propicio un nuevo golpe que él detuvo, rio y luego posó su
mano en el hombro de Luna- pero mañana
saldrás conmigo y no puedes decir que no- se alejó y salió del cuarto sin
dejar que Luna respondiera, Frank nunca aceptaba un no por respuesta.
v
El
reloj marcaba la 1:00 pm, hacia veinte minutos que su hermano abandonó la
habitación, Luna pensaba tomar una ducha pero su cuerpo se resistía a
levantarse de la cama, en medio de almohadas y cobertores, además ya iba por el
nivel once de trece niveles en el juego de los diamantes de colores, era muy
buena exploradora se felicitaba a sí misma, aunque solo fuera de forma digital.
La
puerta resonó pero ella no lo escuchó sino hasta un momento después, los
audífonos estaban en sus oídos, maldijo por lo bajo y pausó el juego, no se
molestó en colocarse las pantuflas y descalza fue hasta la puerta, su hermano
estaba siendo una verdadera molestia este día… su malhumor no le permitió darse
cuenta que Frank nunca tocaba la puerta para entrar.
<<
¡Maldición! Que quieres aho…>> las palabras se
atoraron en su garganta, no era su hermano quien tocaba su puerta, abrió sus
ojos con sorpresa y luego movió un poco la cabeza sin entender la situación, él
estaba ahí, no debería estarlo, jamás le había dicho el número de su
habitación, ¿estaba molesta? No lo sentía así, pero no le hacía feliz, ¿o
sí?…le tomo unos cuantos segundos darse cuenta de la ropa que llevaba puesta,
su pijama rosado y la camiseta con pequeñas ovejas durmiendo, descalza, con el
cabello en estado natural…quizás lo más sabio hubiera sido tomar esa ducha.
Cerró la puerta de golpe, dejando un <<Hola>>,
de su interlocutor, opacado.
---
Ehh… ¿Luna?- Hiroki hablaba desde
atrás de la puerta, ella aún estaba justo al otro lado, buscando una razón para
que estuviera ahí, y la forma correcta de comportarse… de cualquier manera,
¿Qué eran? ¿Amigos? Bueno, no lo odiaba tanto como al inicio pero…<no somos amigos, ¿Quién le dio permiso
de aparecerse en mi habitación?... ¡Maldito acosador!>.
---
¿Qué quieres? – Fue la única respuesta que se escuchó
desde el otro lado, el chico no se había preparado para encontrarla en
semejante estado, no creía posible que la Luna fiera que él conocía pudiera
tener un lado tan… tierno. Verla así había causado muchas reacciones en su
interior, pero ninguna de ellas negativa,
<parece encantadora de cualquier manera> pensaba, y sus rizos se
veían más salvajes que nunca, otro de los pequeños placeres que le ofrecía ser
su compañero en todas las materias, dar miradas furtivas a sus rizos que
parecían jugar con el viento.
---
Si… hmm… la cosa es que… tengo tu álbum- Luna no respondió
nada inmediatamente, ¿a qué álbum se refería?, no lo recordaba – de la clase de fotografía- <Ohh ese álbum> pensó, pero no le
veía sentido, ella tenía un sobresaliente en la actividad, copias de las fotos y lo cierto era que no
significaban nada especial para ella, pero él se había tomado el trabajo de
recogerlo y traerlo… <Genial ahora tendré
que agradecerle> se lamentó.
---
Esta bien- <Déjalo en el suelo y vete> paso por su mente, pero no podía
comportarse como una completa perr… insensible, podía, pero no tenía energía
para ello- Salgo en unos minutos,
espérame a la salida del edificio- Se apresuró a ducharse y cambiarse.
--- Bien- respondió Hiroki, pero Luna ya se
había retirado del otro lado, aún tenía unos minutos para repasar su argumento,
no es que hubiera pasado los dos últimos días teniendo conversaciones mentales sobre
como preguntarle qué le ocurría… bueno quizás si lo había hecho.
v
Luna
jamás había tomado una ducha tan rápida, ella prolongaba el baño durante
aproximadamente una hora, pero en esta ocasión lo hizo en el memorable tiempo
de diez minutos, lo logró al no lavar su cabello y eso conllevo perder más
tiempo del debido frente al espejo, tratando de domar a los rizos que no
accedían a quedarse en su lugar; se dio por vencida y con la ayuda de una liga
se lo enrolló hasta formar un moño. Echó un último vistazo a su aspecto y se
dispuso a salir, Hiroki debía haberla esperado alrededor de veinte minutos, no
le importaba demasiado hacerlo esperar, pero quería sus fotografías de regreso,
no porque las necesitara, si no simplemente porque eran suyas y se sentía muy impropio que él tuviera algo
que le pertenecía.
El
teléfono de la habitación sonó justo cuando cruzaba la puerta, no esperaba
ninguna llamada pero podían ser sus padres, regresó y descolgó el auricular en
un movimiento brusco, <<Diga… no,
es la extensión equivocada>>… <
¡M%$#$!> exclamó para sus adentros, había sido un número equivocado, se
apresuró a salir y llegó lo más rápido que pudo hasta las gradas que se
dirigían al piso de abajo, su habitación estaba en el cuarto piso del edificio,
bajo trotando al tercer piso y luego se detuvo. < ¿Por qué estoy corriendo? … es solo un álbum, y es solo ese chico
que no me deja en paz aún en vacaciones…tranquilízate Luna, no tiene importancia > caminaba
despacio, contando los escalones, mientras se regañaba a sí misma.
v
El
viento agitaba incesantemente las hojas del árbol frente a él. Hiroki había
esperado su llegada más de treinta minutos, <No
vendrá> se decía, < Diablos ¿Porque
pensaste que lo haría?> se torturaba. No era propio de ella hacer cosas
que no le apetecían y estar en compañía de él no era de sus actividades
favoritas, todos los rechazos anteriores, todos los intentos fallidos de
congeniar, todos sus gestos de indiferencia, se atropellaron en su mente uno
tras otro, en un solo minuto, y la realidad lo golpeó…<Jamás se fijara en ti>. Tomó lo que quedaba de su orgullo y
se puso de pie, colocó el álbum en la banca en que había permanecido sentado y
se marchó.