sábado, 13 de julio de 2013

CAPITULO DÉCIMO PRIMERO

Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .


CENA DE VIERNES

 



“El <<para siempre>> está hecho de muchos <<ahoras>>”
Emily Dickinson


*Luna POV*

El invierno es mi época favorita del año, siempre me han gustado esas noches frías en las que te cobijas y tomas una taza de chocolate, no demasiado caliente y tampoco demasiado frío… <que te entibie las manos y el corazón>. Termino de acomodar mis botas altas, me levanto de la silla que está frente al tocador y hecho un último vistazo a mi atuendo: jeans azul un poco ajustados, blusa café y botas del mismo color con un sutil tacón que me incomoda al caminar, no estoy acostumbrada a ellos, pero este día hare una excepción, quiero parecer un poco “femme fatal” es mi primer día como profesora de dibujo y mi alumno … <aún no puedo creer que le daré clases a Alex, al chico de los ojos tristes y melancólicos, pero a la vez tan profundos que parecen invitarme a perderme en ellos> , <¡Maldición! Tengo que dejar de pensar en él… No es atractivo, inteligente y mucho menos me gustaría dibujar esos ojos seductores. ¡Ya! ¡Esos pensamientos no te llevaran a ninguna parte!> me reprendo mentalmente…<< ¡A ninguna parte!>> suelto en voz alta sin querer.

--- Parece que tanto estudio ya te afecto la cabeza, Medusa- Frank esta espiándome desde la puerta- ya hasta hablas sola- suelta una de sus típicas risas, mostrando su blanca dentadura, y la acompaña haciendo girar el dedo índice en círculos sobre su cabeza.

Pongo los ojos en blanco y tomo mi bolso del respaldo de la silla, dispuesta a salir de la habitación.

--- Buenos días a ti también princesa -digo, mientras lo empujo al pasar junto a él.

--- Uhh creo que alguien amaneció en sus días- Mi mellizo pone cara de fingida preocupación y agrega- o es que tu encuentro con “Alex” te pone así de mal- me guiña el ojo para darle énfasis a la frase.

<<¡¡Cállate si no quieres que te saque un ojo!!>> lanzo la frase con violencia mientras cierro el puño en señal de amenaza. Es en este momento en el que me doy cuenta de lo nerviosa que estoy, pues solo me defiendo de esta manera cuando me siento en peligro… y me siento en peligro de ser descubierta, ni Frank ni nadie puede enterarse que talves siento algo por Alex, <talves> porque a decir verdad tampoco yo tengo muy claro que es lo que siento por él.

--- Hey, tranquila, relájate… era solo una broma Luna, sé que si algo pasara con Alex tu me lo contarías, ¿verdad?- Ahora el chico me pone a prueba, no suelo mentir, pero en esta ocasión es absolutamente necesario, << Claro, jamás te mentiría>>, respondo.

Frank me acompaña hasta el salón 3 de los laboratorios de artes plásticas, hay varias mesas grandes ocupadas por todo tipo de materiales, desde arcilla hasta piedra tallada; al final del salón se vislumbran dos mesas de madera, espaciosas y con algunos pinceles regados por doquier, junto a una de ellas se encuentra parado mi alumno… <Alex> mi corazón tiene un sobresalto al verlo, pero mi rostro no demuestra ningún sentimiento.

<Todavía no comprendo cómo terminé en esta situación, lo más fácil hubiese sido decir no a la propuesta de mi hermano, sobre ayudar a su amigo con el dibujo a mano alzada, pero Frank me había insistido tanto en que Alex estaba desesperado que mi vanidad respondió por mí, y acepté solo para mostrarle a alguien que no solo puedo ser buena, puedo ser la mejor>… ahora nada de eso tiene sentido, mi hermano saluda a su compañero y ambos conversan mientras yo decido que es lo primero que diré cuando nos quedemos solos, porque asumo que mi mellizo se irá pronto, como la pitonisa que soy Frank no tarda en despedirse, <<te espero en el comedor a la hora del almuerzo>> me dice antes de marcharse, << hasta luego>> es lo único que mi colapsada cabeza atina a estructurar.

--- Hola “pintora” ¿comenzamos?- Su voz es tibia, cálida, como una suave brisa, trato de mantener mi  pulso a un nivel razonable antes de hablar.

--- Hola… sí… comencemos- No digo nada más, ordeno los lápices y el lienzo en la mesa, no se escucha ningún sonido en el exterior, salvo el choque de algún lápiz sobre la áspera madera y el roce de papel con papel al separar las hojas, todo es silencio, y temo que él pueda escuchar mis pensamientos.

Pasó la siguiente media hora explicando cómo tomar el lápiz y las distintas técnicas para dibujar, le pido que tome el lápiz y trace algunas líneas horizontales, que más bien parecen líneas diagonales, ahogo una pequeña risita y le digo con seriedad: <<mejoraras con las semanas>>, a lo que él responde; << ¿lo dices porque crees en mí o porque tú eres mi maestra?>>, <<porque soy tu maestra por supuesto…>> no puedo evitar sentir como el muro invisible que caracteriza al chico se va desvaneciendo, y continuo << y creo que no eres tan malo>>, ambos sonreímos y la clase sigue su curso. No noto pasar el tiempo, y la siguiente vez que observo el reloj ha pasado ya hora y media.

 --- Es todo por hoy- pronuncio muy a mi pesar, puesto que la sola compañía de este chico es extremadamente agradable- nos vemos el próximo miércoles, trata de practicar lo que estudiamos- sonrío rápidamente y me doy la vuelta antes de que él pueda siquiera despedirse.

--- ¡Luna! – Una corriente de electricidad atraviesa mi cuerpo al oírlo mencionar mi nombre- espera…- me toma por el brazo, yo me suelto instantáneamente, pero aún logro sentir como mis vellos se erizan ante el contacto de sus dedos.

--- ¿Qué?- Trató de mantener una expresión neutral, que no parezca antipática pero tampoco amable.

--- Las clases…- levanto una ceja en una mueca dubitativa- las clases de guitarra, Frank dijo que esto sería algo como un intercambio de conocimientos, tú me dirás el día en que…- Lo interrumpo antes que termine de hablar.

--- Ah eso, es que Frank entendió mal, no quiero aprender a tocar la guitarra, toma esto como un favor; digamos que me debes una y no te preocupes yo siempre cobro a quienes me deben-  me doy de nuevo la vuelta y escucho su voz de bajo resonar a mis espaldas.

--- ¡No! –Detengo mi marcha para prestar atención- yo siempre acostumbro a pagar mis deuda  y esta vez no será la excepción, dime qué quieres a cambio, lo que sea- me vuelvo y lo miro a los ojos.

Mi mente viaja en un segundo por todas las cosas que me gustaría pedir, pero verlo a los ojos no fue la mejor idea que tuve, ya que solo logro concentrarme en mis más “íntimos” deseos, estoy a punto de rechazar su ofrecimiento porque no creo que se anime a cumplir uno de mis sueños… privados, cuando una luz se enciende en mi cerebro <comida>, <buena comida>. No es que el comedor del campus sea el peor del mundo; sin embargo, no está en el top ten. Pocas veces he podido disfrutar una comida que de verdad me agrade en los últimos dos meses, y Violet mencionó que en el pueblo hacían la mejor lasaña de toda la región y por lo tanto algo imperdible.

--- Bien, quiero lasaña- Digo con convicción, Alex me mira sorprendido y aclaro- una amiga dice que en el pueblo hacen la mejor lasaña de la región, tu pagaras mi cena el próximo viernes.

--- ¿Cenar juntos?- pregunta mi alumno un poco aturdido y veo un destello en sus pupilas, por lo que decido aclarar la situación.

--- ¡No!- siento como se colorean mis mejillas e intento tranquilizarme- juntos no- ahora mi corazón está en mi contra pues late como poseído- si tú quieres cenas ahí, si no, no… tú pagas, y así cancelas tus deudas, ¿entiendes?- lo noto un poco decepcionado… lo que hace que además de mi corazón, mi estomago se revuelva. Finjo serenidad cuando en realidad mi sistema nervioso ha comenzado a colapsar.
      
v   

--- ¿Vas a salir?- pregunta Sol cerrando el libro que momentos antes capturara su atención.

---  No es asunto tuyo- responde Luna mientras retoca el delineador negro que enmarca sus ojos cafés.

--- Bueno… solo era una pregunta- dice la chica de cabello castaño, y con cautela agrega- Luna ¿no podemos intentar llevarnos bien?, ya va a ser un mes desde que compartimos habitación y casi no hablamos, sé que somos diferentes pero podríamos tener intereses en común- Sol sonríe mientras habla.

--- ¡¿Intereses en común?!- Luna ríe con un gesto de ironía y mira directamente a su compañera- Tú y yo… ¿intereses en común?, déjame pensar… no estoy interesada en escuchar a ningún conjunto de chicos fresas cantar, no deseo pasar media hora de mi vida organizando mi ropa por colores, tampoco quiero utilizar  mis tardes viendo películas cursis de “amor a primera vista” y otras sensiblerías y definitivamente no estoy interesada en hablar horas y horas de que pasará en la nueva temporada de alguna novela rosa- toma su celular y lo guarda en un pequeño bolso de cruzar que lleva puesto, está a punto de irse.

--- ¡Creo que me estas juzgando mal!, piensas que soy una de esas chicas vacías y superficiales…- su interlocutora la interrumpe con un gesto de la mano.

--- Sí, sí lo que digas, nos vemos- La chica de cabello rojizo se dirige a la puerta de la habitación, dejando a Sol con la palabra en la boca.

--- ¿Libros?... a ti te gusta leer, bueno al menos es lo que he notado, y a mí también… vamos Luna, sé que no tuvimos un buen inicio pero podemos ser buenas compañeras, tu hermano dice que…- De nuevo es interrumpida por Luna.

--- ¡No metas a Frank en esto!- Se da la vuelta para confrontar a Sol- Sé que te haces la víctima frente a él, para tenerlo de su parte, así que voy a advertirte algo: No lo hagas sufrir, porque si juegas con mi hermano, ¡te juro que vas a arrepentirte!- Dice la chica con agresividad y violencia.

--- Es por él verdad… no quieres que esté cerca de él, ¿por eso me odias?, pues déjame decirte que Frank es un gran amigo y jamás le haría daño, él ha estado junto a mí en momentos difíciles y le estoy muy agradecida- Sol respira agitadamente, ahora también ella esta exaltada.

Luna ríe con sarcasmo << No te odio… no te creas tan importante, tampoco te creo, así que te estaré vigilando>>. Camina hacia la salida pero antes de irse se detiene << Ah y digamos que Charles Dickens y Jane Austin no están en la lista de mis autores favoritos… no intentes juntar agua y aceite, tú en tus asuntos y yo en los míos>>. La pelirroja cierra la puerta y Sol suelta el aire retenido pensando que es una batalla perdida.