Por fin aquí esta el nuevo capítulo espero que disfruten leyéndolo tanto como yo disfrute escribiéndolo a mi me parece bastante divertido. Y bueno este triangulo amoroso la verdad me tiene un poco aturdida jeje, no se como será el desenlace. Por cierto feliz inicio de ciclo.
Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS
“No hay disfraz que
pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.”
François de la Rochefoucauld
<Dos
semanas y tres días> piensa Daniel al mirar el
calendario que está sobre su escritorio. Ese es el tiempo que aún debe esperar
para terminar el ciclo y al fin poder regresar a su hogar a pasar las
vacaciones de verano. Abre uno de los cajones inferiores para sacar su reloj de
pulsera, se lo coloca y dispone a irse en el momento que algo llama su
atención. <La cinta…> es la
pequeña tira de tela anaranjada que guarda desde hace algunos meses, pertenece
a <Blanca…> su aprendiz por lo
menos el primer mes de entrenamiento. Recuerda lo difícil que fue convencerla
de colaborar, porque la chica resulto ser <necia
como una mula> para recibir instrucciones, aunque debe aceptar que fue
un tutor estricto y a veces bastante soberbio. Toma la cinta, pero
inmediatamente, y como si esta quemase, la pone de regreso en su sitio; < en el primer examen tuviste suerte,
pero en esta prueba veremos quién le enseñara a quien> se repite
mentalmente evocando la imagen de la muchacha de ojos almendrados, no sabe en
realidad que nombre ponerle a sus sentimientos, en ocasiones quisiera que jamás
se hubiera cruzado en su camino y otras como el día de hoy se esfuerza por
cubrir, a punta de indiferencia, que no ha dejado de pensar en ella ni una sola
mañana desde que la conoció. Sacude la cabeza como para lanzar lejos sus
contradicciones y sale de la habitación con paso firme pero con incómodo sudor
helado en las manos.
El
gimnasio está sorprendentemente vacío, como lo planeó llegó media hora antes de
que las evaluaciones inicien. Daniel va directamente a los vestidores a
colocarse su traje de taekwondo, al salir se da cuenta que en el lugar ya hay
varios chicos y chicas, una voz dulce y cálida llega a sus tímpanos y vuelve
hacia el sitio de donde proviene; ahí esta ella, con su típica sonrisa,
colocándose una cinta en el cabello a modo de cola, pronto cae en la cuenta de
que no está sola sino que la acompaña el chico delgado y que siempre parece
listo para asistir a un evento importante, el mismo con el que la ha visto ya
varias veces durante los meses anteriores, ver la forma en que Blanca mira al
chico le produce un pequeño dolor de estomago que intenta ignorar de la misma
manera en que ignora la presencia de ambos.
---¡¡No
Jean!!...- la castaña ríe y le da un suave empujón- ¡ya no molestes! ¿Cuál es tu problema con mi
traje?- lo dice como respuesta al tirón que le da el muchacho de una de sus
mangas. Ambos se miran fijamente sin dejar de sonreír.
---
Es que es tan grande, ¿seguro no te dieron una talla de más? Parece que en
cualquier momento te tragará- Jean Paul suelta una
carcajada y muestra sus dos hileras blancas y casi perfectas de dientes.- Pero mejor no lo devuelvas, nos podría
servir en el teatro por si alguna vez hacemos “Gasparin” – sigue riendo,
pero calla al ver que su amiga ya no lo sigue en el juego.- Oye no fue mi intención sonar grosero… solo
estaba bromeando- arregla sus, recién adquiridos, lentes mientras lo dice.
Blanca
se esfuerza por mantenerse sería, pero la cara de preocupación que ahora tiene
su interlocutor desata su risa nuevamente.
---
Soy yo la que estoy bromeando, no estoy molesta, pero fue divertido verte tan
pálido… eso podría servirnos si alguna vez hacemos “Gasparin”.- A
su acompañante le vuelven los colores a la cara, pese a que intenta reírse se
detiene al ver de reojo a un chico de cabello negro que los observa con
sutileza, y que desvía la mirada al verse descubierto.
Jean
Paul alerta a su amiga de la presencia del desconocido, aunque pronto concluye
que debe tratarse de alguno de los compañeros de equipo, por el traje blanco que
lleva puesto. La jovencita vuelve un poco la cabeza ante el gesto que Jean hace
con las cejas para captar su atención, se da vuelta rápidamente al darse cuenta
que Daniel esta viéndolos con interés y
no sabe si saludarlo o pasar de largo, si lo saluda tendrá que presentar
a Jean Paul y por alguna razón ambos nombres juntos no combinan en su cerebro;
pero, si no lo hace esa sensación de haber sido “mala” rondara su mente por
horas y necesita toda la paz posible en este momento.
Blanca
resopla y toma aire para hablar con fingida simpatía, su “tutor” no se ha dado
a querer en estos últimos meses, mas no puede negar que en un primer momento
sintió algo extraño por él.
---
Daniel, hola, no note que estabas ahí- Una mentira piadosa
para variar.- ¿estás listo?- sonríe
mecánicamente.
El
aludido parece un tempano de hielo, frio y calculador se acerca a devolver el
saludo.
---
Ah, eres tú, yo tampoco me di cuenta que ya estabas aquí.-
Esa fue una mentira más bien tonta que piadosa.- si estoy listo, espero que tú lo estés, conseguir la cinta verde no es
algo de principiantes con suerte.- los ojos inexpresivos del muchacho se
fijan en el chico de lentes, que también lo evalúa con detenimiento.
---
Lo sé, por eso he entrenado mucho, pero mejor no te cuento nada, así te
sorprendes en el combate.- Mantiene la vista quieta en
Daniel y este también la fija en ella, como en un duelo de aplastar voluntades
con la mirada, ninguno de los dos cede. Alguien tose para llamar la atención de
ambos, y es cuando la chica se percata que se ha olvidado de su acompañante.
---
Oh, claro, lo siento Jean, déjame presentarte a Daniel… él es, bueno, era mi
tutor.- Blanca se acerca un poco a su amigo y lo toma del
brazo espontáneamente.- Daniel, él es
Jean Paul….- La chica desearía tener una mejor descripción de quien es Jean
Paul en su vida, < ¿Jean Paul mi
amigo?, bueno sí es mi amigo pero quizás sea más apropiado mi compañero de
teatro, que también es cierto pero se queda corto, además no quiero que mister
“ suerte de principiante” piense que Jean es alguien sin importancia, pero
tampoco que es lo que no es, ¡¿pero en que estoy pensando?! Que piense lo
quiera, lo importante es que yo sepa que solo somos amigos… porque la verdad es
que todavía somos solo amigos ¿no?>.
La
voz de de Jean Paul la saca de sus cavilaciones.
---
Mucho gusto.- Tiende su mano en señal de amabilidad y
es respondido con un tosco <<Igual>>.
Es este momento ninguno sabe como continuar la conversación, y de repente se
escucha a lo lejos un alegre <<
¡Amiga!>>, Blanca jamás se sintió tan agradecida de ver a Violet.
v
---
¡Fue impresionante! Estuviste genial, no, más que eso, ¡tremendamente genial!-
Violet camina hacia la salida con Blanca a su lado, que ya esta vestida con su
ropa habitual, han pasado alrededor de dos horas en las pruebas, no obstante su
amiga apenas estuvo arriba del “ring”, o como se llamase el lugar en donde
había dejado en el suelo a dos contendientes más altos que ella, unos quince
minutos; tiempo suficiente para obtener la cinta verde por la que entrenó todo
el semestre.
---
No es para tanto, no eran rivales difíciles, no es que diga que no eran buenos,
es solo que…- no continúa hablando y en vez de eso
toma un sorbo de agua de su botella.
---
¡Hay claro! Es solo que: “yo soy mucho mejor que ellos”- Violet
levanta la nariz y tira su cabello hacia atrás, para burlarse de la poca
modestia de la chica.
Blanca
ríe por primera vez desde que comenzaron las competencias. La combinación de
los nervios, la mirada llena de esperanza de Miranda, su entrenadora, sobre
ella y además las repetidas ocasiones en las que vio de soslayo la expresión de
arrogancia de Daniel, a quien se supone debió haber enfrentado, hicieron que su
rostro se congelara sin denotar ninguna emoción.
---
No claro que no, no me molestes que bien sabes que no soy así… es que, creó que
la entrenadora me dejó ganar…- su cara se ve
preocupada y un tanto decepcionada.
---
¿De qué estás hablando? Mira creo que el estrés te está volviendo un poco
paranoica, tú peleaste muy bien, vamos también está el factor “estrella de la
fortuna” que bien dominado tienes, pero con eso se nace, no tienes que sentir
culpa.- Violet ríe, aunque ella sabe que no es ninguna
broma el comentario acerca de la fortuna, todo el semestre estuvo lleno de
coincidencias para su amiga, en el teatro, exámenes, clases y demás, por lo que
llegó a la conclusión de que a la suerte le gusta estar de parte de Blanca, sin
embargo, en esta ocasión las cosas no tienen nada de eso, solo trabajo duro.
---
Bueno, no es que lo haya hecho directamente, pero… Daniel tenía que pelear
conmigo, y yo vi cuando estaban platicando en el receso, antes de que me tocara
mi turno, luego me di cuenta que otro estaba en su lugar en la pista -
<Pista>, así es como se llama
piensa su interlocutora.- No es que
piense que hubiera perdido si él hubiera sido el que me evaluara en la prueba, solo
siento que es sospechoso.
Blanca
camina despacio, contando cada paso, deja escapar un suspiro y se da cuenta que
le está dando demasiada importancia a ese detalle. <No importa que no haya sido él, sé que hubiera aprobado de todas
formas… además a Daniel jamás le pareceré lo suficientemente buena como para
estar en el equipo, sé que no le caigo bien, tampoco el a mí; no necesito la
aprobación de un prepotente con complejo de superioridad>. Trata de
convencerse de sus palabras, pero aún recuerda la primera evaluación, en la que
sintió que él la había dejado ganar y que incluso le dedico una mirada
comprensiva.
---
No te molestes en pesar en esas cosas, aquí lo importante es que lo lograste y
que le dejaste callada la boca a ese cretino que te hizo la vida imposible,
cuando lo vi hablando contigo y con Jean tuve ganas de golpearlo, no sé cómo es
que Jean Paul puede ser tan cortes con él, ¿que no sabe cómo se comportó
contigo?- Blanca solo mueve la cabeza de un lado al otro,
negándolo.- ¡¿Qué?! Júramelo, en serio
¿no lo sabe? , pero ¿por qué?, es decir, tú y Jean Paul se han vuelto muy
amigos, confidentes, ¡cómplices!- En este punto Violet está sazonando sus
palabras con su característico toque pícaro.
---
No lo sé, pensé que sería mejor evitarle el disgusto, además él no podría haber
hecho nada.- Blanca se encoge de hombros, y se le
escapa una risita.- No me mires así
Violet, se lo que estás pensando y ya hemos hablado de eso.
---
¿Qué no te mire cómo? Yo no he dicho nada….- La chica levanta
una ceja para darle más relevancia a
su siguiente frase.- pero si te pones
así, ¿hay algo que quieras contarme? ¿Tal vez que tu querido Jean por fin se
atrevió a decirte que le gustas con todas las letras de esa palabra?
---
¿De qué hablas?- Su voz tiembla un poco ante la mirada
acusadora que se posa sobre ella.- No,
Jean Paul no me ha dicho nada, y no creo que lo haga, a veces pienso que solo
son ¡ideas que tú metes en mi cabeza! Y que en realidad no le gusto.
Blanca
sabe que lo que le dice a su amiga es para zanjar el tema y que ya no siga
haciendo preguntas incómodas, lo cierto es que si su sexto sentido de chica es más
o menos fiable , sabe perfectamente que Jean Paul siente algo más que amistad
por ella. Nunca se lo ha dicho “con todas
sus letras” como diría Violet, pero se lo ha demostrado durante todo el
tiempo que llevan tratándose, desde ese primer día en el club de teatro,
siempre es atento y amable, excesivamente caballeroso, razón por la cual no ha
tenido que cargar su mochila ni sus libros cuando él está cerca ni una sola vez
en 5 meses. Llegan a su mente los recuerdos de la obra que montaron hace solo
un mes, <Romeo y Julieta>, en
las audiciones ella quedó como Julieta y Luka, un amigo de ambos, se agencio el
papel de Romeo, pero misteriosamente cambio su lugar con Jean una semana antes
de la puesta en escena; sin embargo, ella fue testigo, sin buscarlo, de una
conversación que la dejó más confundida que feliz.
*Flashback*
---
No lo sé, ya sabes cómo es Messie Lumier, y ¿si no nos deja hacer el cambio?-
El chico de cabello rubio oscuro se mostraba serio.- Y sí es porque piensas que me voy a aprovechar puedes estar tranquilo,
la escena del beso no es real.
---
Vamos Luka, dijiste que me ayudarías, no solo es por el beso, sé que no es
real… pero puede serlo, siento que esa obra es el momento preciso para decirle
lo que siento.- Los gestos del jovencito de cabello
negro eran desesperados y graciosos. Luka se echó a reír y le dio un suave
puñetazo en el hombro al alarmado muchacho.
---
¡Tranquilízate hombre! Te dará un sincope si sigues por este camino, cualquier
momento es bueno para una declaración de amor… y te diré que en tu caso es
seguro que ella siente lo mismo, basta ver cómo te mira en cada ensayo.- miró
el reloj rápidamente- es tarde, tu
“doncella” te espera, vamos.- dijo con marcada ironía.
---
No, nos vamos hasta que me digas que cambiaras tu papel, no voy a rogarte pero creí
que éramos amigos.- Jean Paul trataba de poner su mirada más
severa sin lograr un resultado creíble, no era del tipo “rudo”.-Esta bien, estoy desesperado, no sé cómo abordarla,
siento que las palabras se amontonan en mi cabeza y no logro pronunciar ninguna
cuando estoy a solas con ella, pero cuando actúo me siento seguro de mi mismo.
Si cambias de papel conmigo te deberé un favor y recuerda que soy el secretario
de Messie Lumier.
---
¿Y ese se supone que es un chantaje?- Su compañero se reía a
mandíbula batiente, hasta que notó que Jean Paul se alejaba.- ¡Oye! Estoy bromeando.- Se acercó más a su amigo.- Cambiaré de papel contigo señor “secretario”
pero me debes una.- Golpeo de nuevo el hombro de Jean y se dirigió a la
sala de ensayos riendo todavía entre
dientes.
*Fin flashback*
---
Hay por favor eso ni tú te lo crees. Pero mejor dejémoslo ahí porque yo sé que
antes de lo que piensas mis predicciones se cumplirán.-
Violet guiña un ojo a la otra jovencita que parece salir de un estado de trance
mental.- Mejor dime porque no me avisaste
que la prueba era hoy, si Madeleine, tu compañera de cuarto, no me lo dice hoy
que fui a buscarte, yo tampoco hubiese venido.
---
Ah sí, es complicado…- Blanca se sienta debajo de un árbol
en las afueras del gimnasio.- No es que
no quisiera que vinieran, bueno sí, pero no, me pongo muy nerviosa cuando mis
amigos están observando la pelea, por eso no les mencione nada.- Agacha un
poco la cabeza apenada.
---
Hmm… pero tú “amigo” Jean Paul si puede
verte sin que te pongas nerviosa.- Un nuevo guiño y
parece que su amiga no quiere dejar el tema por la paz, Blanca rueda los ojos y
apoya el mentón en su mano, dándose por vencida en esa pelea- Ya ya, sé que ese chico no se te despega ni
a sol ni a sombra, me sorprende que no esté aquí ahora.
---
Fue por unos refrescos, no tarda en venir. Por cierto no he visto a Luna en
varios días, debe estar muy atareada con el fin de semestre.- Ambas
están pensativas, pero sobre diferente temas.
Blanca
trae a Luna a la conversación para desviar, una vez más, la atención de Violet
que se empeña en recordarle el nudo de conjeturas que trae mezcladas en la
cabeza. Por un lado está esa conversación que escuchó detrás de las paredes;
pero, si bien el cambio de papel se hizo, Jean Paul no le dijo nada, y el beso
no fue real, en cambio había adquirido una actitud más sobreprotectora que
antes, como si temiera que pudiera escapar, y no le gustaba para nada sentirse
cautiva. Por ilógico que parezca entre más detalles tenia “Romeo” para con
ella, más incómoda se sentía. Jean le había demostrado una confianza y apoyo
incondicionales, era un buen muchacho y de eso no había duda, a ella le
agradaba pasar tiempo con él y todavía recordaba como latía su corazón el día
que recitó el poema para toda la clase viéndola a los ojos con fijeza, pero
ahora, meses después no estaba segura de corresponderle con la misma
intensidad. Con el paso de los días y de las semanas más infrecuentes habían
sido sus ataques de nerviosismo, su pulso ya no se sobresaltaba y esa sensación
de vértigo en el estomago desapareció. <Pero
debe ser normal, la atracción no puede durar para siempre, Jean me gusta…
aunque lo quiera negar me gusta, y creo que podría enamorarme de él, sí él se
arriesgara, le diría que sí>. Suelta el aire que tenía retenido en la
boca.
---
Si tienes razón, debe ser el fin de semestre… aunque últimamente Luna anda muy
misteriosa, desaparece todas las tarde y los viernes, ¿no crees que está
ocultando algo?!¿Te imaginas si estuviera teniendo una relación a escondidas?!-
Violet se pierde de nuevo en sus cavilaciones, pensando en cómo averiguar en
que está metida su amiga.
La
chica de ojos almendrados también sigue perdida en sus reflexiones, mientras
observa al cielo azul. Recuerda con orgullo que hace pocos momentos acaba de
ganar la cinta verde y que si todo sale bien, pronto será azul…<Azul como la de… ¿Por qué siempre
termino pensando en ese bobo? Ni siquiera se quedo a ver el combate, por
supuesto, solo sirve para criticarme, pero cuando voy a hacer que se trague sus
palabras huye. El primer mes junto a él fue horrendo, “¡No combines esta patada
con la otra! Levanta más el pie… no así no, ¿Qué no puedes simplemente
imitarme?, ¡No se pronuncia de esa manera!, No hagas la reverencia de esta
forma, ¡te lo dije!”, estoy segura que disfrutaba al ver mi cara de cansancio
después de cada entrenamiento, pensé que
me dejaría en paz cuando ya no fuese mi “tutor”, pero claro el sabelotodo tiene
que cuestionar todo lo que hago, o no hago. No sé cómo pude pensar que era un
chico amigable, solo porque se me quedara viendo el día que entre por primera vez al equipo no
significa que le agradara, y cada vez estoy más segura que lo hizo adrede para
intimidarme, pero conmigo se equivoco… al final el tenía la razón, no seríamos
amigos… “por desgracia las reglas lo prohíben”, hay ojala no hubiera oído nunca
esas palabras, ¿Qué significaban? ¿Quería ser mi amigo? O simplemente fue otra
de sus múltiples frases sarcásticas, que sería lo más lógico. >
--- ¡Tengo una idea!- Pronuncia Violet, más para sí misma que para la otra
chica que sigue perdida en su monologo interior.- Le diré a Frank, que le diga a Sol que averigüe algo sobre eso, de
cualquier forma ella vive en la misma habitación que Luna, y para algo ha de
servir la “gran” amistad que ha cultivado con Frank, ¿no crees?... ¿Blanca?- Le
da un tirón de cabello que hace volver a la muchacha a la tierra.
---
¡Auch! No tienes que ser violenta… ya te escuche. Dices que le dirás a Frank
que le saque información a Sol… pero creí que ella no te caía bien, bueno en
realidad, pensé que te caía bien al principio, y luego no y luego sí y ahora, ¿estamos
de nuevo en no o en sí? Ya me perdí.- Arregla el mechón de
cabello que su amiga desordenó y trata de concentrarse en seguir la
conversación, cuando a lo lejos ve a un muchacho de jeans y camisa negra que
camina hacia ellas…<Daniel>.
---
Ella me cayó bien la primera vez que la vi, pero luego cuando se mudó con Luna,
descubrimos, la verdad es que Luna me cuenta casi todo lo que sé de ella, que
es una chica superficial, criticona, chismosa y engreída… además se hace la ovejita
blanca con Frank, y claro él le cree ciegamente. Por eso dejo de caerme bien,
yo le creo a Luna, ella es mi amiga desde hace tiempo, no tendría porque
mentir, ¿me entiendes? ¿Blanca?... – Violet pone los ojos
en blanco al constatar que de nuevo habla sola.- Bien árbol, ahora solo somos tu y yo- Intenta llamar su atención
pero no lo logra- como te decía, veré que
información puedo conseguir, porque si le pregunto a Luna directamente lo
negará todo, pero estoy segura que es por un chico, aww es muy romántico,
seguramente es su primer novio y no quiere que nadie se entere para evitar
chismes… talves hasta ya se besaron, sí creo que sí.
v
<<Felicidades>>,
la voz de barítono interrumpe la nutrida conversación de Violet con el árbol, y
de Blanca con ella misma. <<
Gracias>> responde la joven levantando la cabeza para mirar al recién
llegado. << Es hora de irme, pasado
mañana tenemos que entregar una guía de ejercicios, nos vemos luego
amiga>> Violet se despide de beso y con desgano hace un gesto con la
cabeza a modo de saludo para Daniel. Ve por última vez los ojos suplicantes de
su amiga, que seguramente no se esperaba ser abandonada con la última persona
en el mundo con quien quisiera encontrarse.
Blanca
espera a que el chico le conceda una de sus hilarantes frases de superioridad y
se vaya por donde vino. Daniel trae una bolsa de papel en la mano, se alisa los
pantalones antes de sentarse en la grama, junto a la chica que ahora lo mira
con una especie de sorpresa y espanto.
---
Relaje, no muerdo- Saca de la bolsa dos refrescos y una
pequeña caja celeste que abre con cuidado.- ¿Fresa
o chocolate?- un par de ojos almendrados se asoman al borde de la caja y
ven dos pastelitos decorados con una carita feliz.
Blanca
duda un momento sobre lo que debe hacer, irse es una buena opción, pero de
nuevo ese sentimiento de “mala” aparece, aunque desearía ver la cara lívida que
pondría su compañero si lo deja plantado como si fuera invisible.
---
Chocolate- El anfitrión toma una servilleta y le frece el cup
cake.- Gracias.- Luego toma uno de
los jugos, lo abre y le coloca una pajilla, extiende la mano para dárselo a su
invitada.
Comen
en silencio, viendo en direcciones diferentes, uno a la derecha, el otro a la
izquierda y algunas veces, ambos al cielo.
---
Bien, gracias por el refrigerio, tengo que irme, ya me están esperando.- Toma
su mochila, pero justo antes de levantarse Daniel posa su mano sobre la suya
durante algunos segundos.
---
Espera.- La presión sobre la mano de Blanca se desvanece y
ella vuelve a acomodarse para escuchar lo que el chico tiene que decir.
---
Ok, ¿dime qué pasa? No tengo tu tiempo.- Lo dice con la
mayor seriedad posible y pretendiendo tener mucha prisa, cuando la realidad es
que quiere quedarse y escuchar < No lo
soporto, después de haber sido un ogro ¡ahora intenta comprar mi perdón con un
cup cake!, ¿Qué le pasa? ¿Por qué no dice nada? , y lo peor es que yo estoy
esperando a que al señor le den ganas de hablar, ¿Por qué sigo aquí? Ya debería
haberme ido y dejado hablando con su sombra… sus ojos parecen casi negros
cuando está nervioso, bueno a mi me parece que está nervioso. Ash! ¡¿Pero en
que estas pensando Blanca?!>
---
Solo te robaré unos cuantos minutos, seguro eso no le molestara a tu “chico del
teatro”, puede esperarte.- La joven cruza los brazos y lo mira
desafiante < Si quiere detalles de mi
vida privada está perdiendo el tiempo> piensa. < Pero no sería malo darle una cucharada de su propia medicina>.
---
Tienes razón me esperará, soy yo la que ya no puede esperar a verlo, los
minutos corren, así que dime de una vez que es eso tan importante que tienes
que decirme, que hasta compras un postre.- Daniel vuelve a verla directo a las pupilas,
de nuevo la sensación de estar en una montaña rusa se apodera del estomago de
ella, pero se mantiene firme como un maniquí.
---
Lo del postre tómalo como una bandera de paz, en resumen, creo que he sido
injusto contigo en este tiempo atrás, tienes una gran capacidad y creo que
pronto estarás dentro de los profesionales, así que propongo que hagamos las
paces y comencemos de nuevo, ¿Qué dices?.- Su declaración
de paz casi desencaja la mandíbula de Blanca, pero recupera su compostura y
ruega porque su pulso no sea audible más allá de sus tímpanos, en donde parece
resonar como tambor.
<Creo
que ese panquecito tenía alguna clase de alucinógeno, porque parece que por una
vez don “yo lo sé todo y tú no sabes ni tu nombre” se está comportando como una
persona civilizada … después de todo, quizás si tenga un corazón, aparte de
esos ojos marrones y profundos que resaltan
con su cabello,¡ no! No debo fijarme en ese tipo de cosas… su mano es cálida, y
no fría como me lo imagine… ¡No! Jamás me imagine eso, debe ser el pastelito
que no me deja pensar con claridad>.
---
Claro, hagamos una tregua.- Sin darse cuenta la chica está
sonriendo y él le devuelve el gesto – Solo
recuerda que debes tratar a las personas como quieres que te traten.- < Bien
el sermón está de más, pero no quiero que piense que su disculpa me derrite como
mantequilla>.- Ah! Y solo por curiosidad, ¿por qué no peleaste hoy contra
mí?.
---
No fui yo.- Daniel está mintiendo, la verdad es que
fue él quien le pidió a Miranda no participar en las evaluaciones, no se
perdonaría hacerle daño a ella, pero tampoco se hubiera sentido feliz dejándola
ganar; en vez de eso prefirió ver la pelea desde una distancia prudente y al
ver el triunfo de Blanca, decidió hacer de una vez por todas lo que ronda en
sus pensamientos es momentos intermitentes: <
Arreglar las cosas con la chica, ella no tiene la culpa de que yo sea un
amargado>. – Fue Miranda la que me
lo prohibió.- < Su mirada es tan
cálida que casi no parece la fiera que es cuando alguien le lleva la contraria…
¡No! Deja de pensar estupideces Daniel, ella es una simple niña… con una
hermosa sonrisa, ¡no! No sientes, ni sentiste ni mucho menos sentirás algo por ella,
ya viste como le gustan: engominados, almidonados y sin un ápice de voluntad
propia> Se reprende a sí mismo mentalmente.
---
Ah, es extraño, ella fue la que me confió que me pondría a competir contra ti,
pero supongo que cambio de parecer.- Ambos están mucho más
relajados y se dedican una franca mirada de empatía.- Que lástima, me hubiera gustado vencerte.
---
¿Crees que tú vas a vencerme a mí?- Blanca se tensa de
nuevo porque percibe que regresa la fanfarronería de su receptor, pero este ríe
despreocupado, y no hay ningún tinte de maldad en su risa, ríe porque es una
broma.- Se me olvidaba que desciendes de
la línea de Neo.- Ahora Blanca se permite soltar una suave risa, parece que
están en sintonía por primera vez, ella no se siente atacada y disfruta de su
compañía.
---
No te pongas celoso, es un don ser tan talentosa.-
Hace una mueca de altanería fingida y levanta los hombros, haciendo reír con
más fuerza al que hasta hace poco fuera su peor pesadilla.
Por
un momento sopla una brisa intensa que mueve las ramas de los árboles con
violencia, y hace que una lluvia de hojas caiga desde la copa, además de
levantar un torbellino de polvo en la cancha de futbol que está a pocos metros
del lugar en que están sentados los chicos. En un impulso Daniel cubre con su
chaqueta a ambos para protegerse del ventarrón, los dos cierran los ojos y solo
los vuelven a abrir cuando el viento ha cesado, aún se encuentran resguardados
tras la chaqueta y al darse cuenta que
están a unos pocos centímetros uno del otro, se sonrojan y separan de un salto.
---
Que huracán, ya no resisto por volver a Barcelona ahí no hay viento en esta
época del año y es el tiempo perfecto para ir a la playa.-
Dice Blanca tratando de disimular el bochorno de sus mejillas y esquivar a como
dé lugar la mirada del chico.
---
España, no me equivoque en tu nacionalidad, fue fácil por el apellido… pero
hablas un italiano perfecto.- Daniel acomoda la
chaqueta en su regazo y también intenta disimular su sonrojo mirando al frente.
---
Gracias, tú también hablas un italiano admirable, eres de…-
< No puedo perder la oportunidad de
saber de dónde viene, aunque quizás deba dejar de dar las gracias, las he dado
demasiadas veces para ser nuestra primera conversación “normal”… creo que me
sentó mal el bocadillo, porque me duele un poco el estomago >.
---
Argentina, de Buenos Aires, y no seas educada, sé que mi italiano es abominable
a pesar de que llevó un año más que tú viviendo aquí.- Se
pierden en la conversación, intercambiando datos de sus vidas, miradas y sonrisas,
cuando el celular de Blanca suena varias veces interrumpiendo el momento.
---
Perdón.- Dice mientras revisa rápidamente el registro de
llamadas <Jean Paul, 6 llamadas
perdidas>.
---
Creo que tu escolta privado te necesita…o como dijiste tú, no puedes esperar a
verlo.- Suelta Daniel, mencionando la última parte de la
frase casi en un susurro.
<
¿Celos?... claro que no, él no podría estar celoso de mi, apenas acabamos de
volvernos buenos compañeros, pero… y si lo estuviera. Definitivamente el postre
me sentó mal, siento como si me hubiera comido una colonia de hormigas. ¿Apago
el móvil? … lo más correcto sería corresponderle a Jean, debe estar preocupado,
pero no se ha aparecido por aquí, no es que le haya avisado en donde estaría
pero el podría buscarme… apagar>. Presiona el botón rojo
unos instantes y la pantalla del aparato se vuelve negra. No sabe exactamente
porque lo hizo pero en este preciso momento el único lugar en que quiere estar
es debajo de ese frondoso árbol y en compañía de su “nuevo amigo”.
---
Bien, ¿en dónde nos quedamos?- Blanca trata de pasar
por alto la aseveración anterior del chico.
---
¡Che! Pero que modales los tushos nena, respóndele al boludo, ¿no ves que debe
estar rechapita?- El muchacho hace un gesto con la mano
para darle énfasis a sus palabras, ríe al ver que su acompañante también lo
hace.
---
¿Qué fue eso?- La jovencita se encoge de hombros y
sigue riendo, mientras escucha que Daniel sigue diciendo frases con un marcado
acento argentino que le parece <extrañamente
encantador>.
<<
¿Pero porque te reís vos? ¿Qué tengo cara de pashaso?... mira que bien tu
actitud, ¡sho soy un groso!, ¿me estas cargando?... sha para, re dulce tu forma
de hacer las paces eh!>>
Blanca
está doblada de la risa, intenta recuperar el aire pero los ataques comienzan
de nuevo cuando ve los gestos de Daniel. Ambos están colorados y poco a poco
recuperan el aire.
---
Os sale genial, siempre quise escuchar a un argentino en acción.-
Ahora habla en español su idioma natal.
---
¿Sera porque soy Argentino?... decime algunas palabras típicas de España.- Casi
se ha olvidado de que hace poco le hervía la sangre al pensar que “el amigo” de
Blanca estaba llamándola cada dos segundos, fue un respiro enorme ver que
apagaba su celular.
---
Bueno, no sé, ¿sois un pringado?....- < “Eres un tonto”… si tengo suerte no sabrá lo que significa, no es
la mejor frase, pero es la primera que he pensado>.
---
Che, ¿ahora soy tonto? Pensé que merecía algo mejor.- Blanca
se encoge de hombros y él aprovecha el momento y murmura entre dientes.- Si aquí el pringado y otras cosas es otro.
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¿Cómo? ¡Que queréis decir con eso?- La expresión de la
chica cambia drásticamente, porque sabe que se refiere a Jean Paul , < Pero ¿Qué tiene contra él? Ni siquiera
lo conoce.>.
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Nada, nada, no me hagas caso, solo lo dije porque sí.- Ni
él sabe bien la causa de su antipatía por el “guardaespaldas”, o sí la sabe
pero intenta que la idea siga flotando en su cabeza y no aterrice en su
conciencia.
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Bueno, solo déjame deciros que si te refieres a Jean Paul te estáis
equivocando, él es muy bueno… no es ningún tonto.-
Se siente incómoda al reclamarle a Daniel, pero antes que nada Jean es su amigo
y no puede dejar de defenderlo.
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Epa, cálmate sé que no debo hablar mal de tu pololo… vaya de tu novio.-
La chica abre los ojos como platos, pero no se decide si sacarlo de su error o
fingir que tiene algo con Jean, < No
gano nada con hacerle creer que somos novios… aunque puede ser que uno de estos
días lo seamos de verdad… o no. ¿Por qué quiere averiguar eso? Este chico es
más complicado que un puzle >.
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No es mi pol… novio.- Busca la mirada del chico para
encontrar alguna pista de su repentino interés.- Es mi amigo.- Las pupilas cafés de Daniel parecen más brillantes
que de costumbre y sin buscarlo Blanca enfoca sus labios finos y un poco
pálidos, ve la totalidad del rostro y distingue un lunar en su sien, luego su
cabello negro y al momento de pasar a contemplar su torso se da cuenta que el
está haciendo el mismo examen con ella.
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Oh, yo pensé que… bueno si no lo es pronto lo será.- <De nuevo está usando
ese tono insolente que usaba antes, ¿Qué
se cree? ¿El gurú del amor? Para aseverar qué es lo que pasará en mi vida,
debería devolvérsela… ¿Por qué esta arrancando el césped? ¿Estará
nervioso?>.
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Puede ser…- Blanca desvía la mirada y se concentra
en su mano, que está sobre la grama. Otra mano de tez trigueña se acerca
despacio a la suya y la roza brevemente con el dedo índice y el pulgar. Esa
mínima caricia altera el sistema nervioso de ambos, la chica esta petrificada
en su lugar, sin poder mover un solo músculo de su cuerpo y él lucha contra el
impulso de tomarle la mano de una vez y estrecharla, además de <besarla>.
Ninguno
nota la presencia del chico de gafas y cabello perfectamente peinado que sale
detrás del tronco del árbol. Luce furioso y presiona con fuerza la bolsa que
lleva en la mano, momentos antes escucho la mayor parte de la conversación que
sostenían Blanca y Daniel, sin entender completamente las partes en español.
Jean Paul habla fuerte y bruscamente << Te he estado buscando, dijiste que estarías en el gimnasio, y no
contestas el celular>>. Blanca se siente aturdida, por primera vez
desea que sea Jean Paul quien desaparezca de su vista y Daniel quien permanezca
a su lado.
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