sábado, 9 de marzo de 2013

CAPITULO DÉCIMO


Por fin aquí esta el nuevo capítulo espero que disfruten leyéndolo tanto como yo disfrute escribiéndolo  a mi me parece bastante divertido. Y bueno este triangulo amoroso la verdad me tiene un poco aturdida jeje, no se como será el desenlace. Por cierto feliz inicio de ciclo. 

Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .



SENTIMIENTOS ENCONTRADOS




“No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.”
François de la Rochefoucauld


<Dos semanas y tres días> piensa Daniel al mirar el calendario que está sobre su escritorio. Ese es el tiempo que aún debe esperar para terminar el ciclo y al fin poder regresar a su hogar a pasar las vacaciones de verano. Abre uno de los cajones inferiores para sacar su reloj de pulsera, se lo coloca y dispone a irse en el momento que algo llama su atención. <La cinta…> es la pequeña tira de tela anaranjada que guarda desde hace algunos meses, pertenece a <Blanca…> su aprendiz por lo menos el primer mes de entrenamiento. Recuerda lo difícil que fue convencerla de colaborar, porque la chica resulto ser <necia como una mula> para recibir instrucciones, aunque debe aceptar que fue un tutor estricto y a veces bastante soberbio. Toma la cinta, pero inmediatamente, y como si esta quemase, la pone de regreso en su sitio; < en el primer examen tuviste suerte, pero en esta prueba veremos quién le enseñara a quien> se repite mentalmente evocando la imagen de la muchacha de ojos almendrados, no sabe en realidad que nombre ponerle a sus sentimientos, en ocasiones quisiera que jamás se hubiera cruzado en su camino y otras como el día de hoy se esfuerza por cubrir, a punta de indiferencia, que no ha dejado de pensar en ella ni una sola mañana desde que la conoció. Sacude la cabeza como para lanzar lejos sus contradicciones y sale de la habitación con paso firme pero con incómodo sudor helado en las manos.

El gimnasio está sorprendentemente vacío, como lo planeó llegó media hora antes de que las evaluaciones inicien. Daniel va directamente a los vestidores a colocarse su traje de taekwondo, al salir se da cuenta que en el lugar ya hay varios chicos y chicas, una voz dulce y cálida llega a sus tímpanos y vuelve hacia el sitio de donde proviene; ahí esta ella, con su típica sonrisa, colocándose una cinta en el cabello a modo de cola, pronto cae en la cuenta de que no está sola sino que la acompaña el chico delgado y que siempre parece listo para asistir a un evento importante, el mismo con el que la ha visto ya varias veces durante los meses anteriores, ver la forma en que Blanca mira al chico le produce un pequeño dolor de estomago que intenta ignorar de la misma manera en que ignora la presencia de ambos.

---¡¡No Jean!!...- la castaña ríe y le da un suave empujón- ¡ya no molestes! ¿Cuál es tu problema con mi traje?- lo dice como respuesta al tirón que le da el muchacho de una de sus mangas. Ambos se miran fijamente sin dejar de sonreír.
--- Es que es tan grande, ¿seguro no te dieron una talla de más? Parece que en cualquier momento te tragará- Jean Paul suelta una carcajada y muestra sus dos hileras blancas y casi perfectas de dientes.- Pero mejor no lo devuelvas, nos podría servir en el teatro por si alguna vez hacemos “Gasparin” – sigue riendo, pero calla al ver que su amiga ya no lo sigue en el juego.- Oye no fue mi intención sonar grosero… solo estaba bromeando- arregla sus, recién adquiridos, lentes mientras lo dice.
Blanca se esfuerza por mantenerse sería, pero la cara de preocupación que ahora tiene su interlocutor desata su risa nuevamente.
--- Soy yo la que estoy bromeando, no estoy molesta, pero fue divertido verte tan pálido… eso podría servirnos si alguna vez hacemos “Gasparin”.- A su acompañante le vuelven los colores a la cara, pese a que intenta reírse se detiene al ver de reojo a un chico de cabello negro que los observa con sutileza, y que desvía la mirada al verse descubierto.

Jean Paul alerta a su amiga de la presencia del desconocido, aunque pronto concluye que debe tratarse de alguno de los compañeros de equipo, por el traje blanco que lleva puesto. La jovencita vuelve un poco la cabeza ante el gesto que Jean hace con las cejas para captar su atención, se da vuelta rápidamente al darse cuenta que Daniel esta viéndolos con interés y  no sabe si saludarlo o pasar de largo, si lo saluda tendrá que presentar a Jean Paul y por alguna razón ambos nombres juntos no combinan en su cerebro; pero, si no lo hace esa sensación de haber sido “mala” rondara su mente por horas y necesita toda la paz posible en este momento.

Blanca resopla y toma aire para hablar con fingida simpatía, su “tutor” no se ha dado a querer en estos últimos meses, mas no puede negar que en un primer momento sintió algo extraño por él.

--- Daniel, hola, no note que estabas ahí- Una mentira piadosa para variar.- ¿estás listo?- sonríe mecánicamente.
El aludido parece un tempano de hielo, frio y calculador se acerca a devolver el saludo.
--- Ah, eres tú, yo tampoco me di cuenta que ya estabas aquí.- Esa fue una mentira más bien tonta que piadosa.- si estoy listo, espero que tú lo estés, conseguir la cinta verde no es algo de principiantes con suerte.- los ojos inexpresivos del muchacho se fijan en el chico de lentes, que también lo evalúa con detenimiento.
--- Lo sé, por eso he entrenado mucho, pero mejor no te cuento nada, así te sorprendes en el combate.- Mantiene la vista quieta en Daniel y este también la fija en ella, como en un duelo de aplastar voluntades con la mirada, ninguno de los dos cede. Alguien tose para llamar la atención de ambos, y es cuando la chica se percata que se ha olvidado de su acompañante.
--- Oh, claro, lo siento Jean, déjame presentarte a Daniel… él es, bueno, era mi tutor.- Blanca se acerca un poco a su amigo y lo toma del brazo espontáneamente.- Daniel, él es Jean Paul….- La chica desearía tener una mejor descripción de quien es Jean Paul en su vida, < ¿Jean Paul mi amigo?, bueno sí es mi amigo pero quizás sea más apropiado mi compañero de teatro, que también es cierto pero se queda corto, además no quiero que mister “ suerte de principiante” piense que Jean es alguien sin importancia, pero tampoco que es lo que no es, ¡¿pero en que estoy pensando?! Que piense lo quiera, lo importante es que yo sepa que solo somos amigos… porque la verdad es que todavía somos solo amigos ¿no?>.

La voz de de Jean Paul la saca de sus cavilaciones.

--- Mucho gusto.- Tiende su mano en señal de amabilidad y es respondido con un tosco <<Igual>>. Es este momento ninguno sabe como continuar la conversación, y de repente se escucha a lo lejos un alegre << ¡Amiga!>>, Blanca jamás se sintió tan agradecida de ver a Violet.


             v   

--- ¡Fue impresionante! Estuviste genial, no, más que eso, ¡tremendamente genial!- Violet camina hacia la salida con Blanca a su lado, que ya esta vestida con su ropa habitual, han pasado alrededor de dos horas en las pruebas, no obstante su amiga apenas estuvo arriba del “ring”, o como se llamase el lugar en donde había dejado en el suelo a dos contendientes más altos que ella, unos quince minutos; tiempo suficiente para obtener la cinta verde por la que entrenó todo el semestre.

--- No es para tanto, no eran rivales difíciles, no es que diga que no eran buenos, es solo que…- no continúa hablando y en vez de eso toma un sorbo de agua de su botella.
--- ¡Hay claro! Es solo que: “yo soy mucho mejor que ellos”- Violet levanta la nariz y tira su cabello hacia atrás, para burlarse de la poca modestia de la chica.

Blanca ríe por primera vez desde que comenzaron las competencias. La combinación de los nervios, la mirada llena de esperanza de Miranda, su entrenadora, sobre ella y además las repetidas ocasiones en las que vio de soslayo la expresión de arrogancia de Daniel, a quien se supone debió haber enfrentado, hicieron que su rostro se congelara sin denotar ninguna emoción.

--- No claro que no, no me molestes que bien sabes que no soy así… es que, creó que la entrenadora me dejó ganar…- su cara se ve preocupada y un tanto decepcionada.

--- ¿De qué estás hablando? Mira creo que el estrés te está volviendo un poco paranoica, tú peleaste muy bien, vamos también está el factor “estrella de la fortuna” que bien dominado tienes, pero con eso se nace, no tienes que sentir culpa.- Violet ríe, aunque ella sabe que no es ninguna broma el comentario acerca de la fortuna, todo el semestre estuvo lleno de coincidencias para su amiga, en el teatro, exámenes, clases y demás, por lo que llegó a la conclusión de que a la suerte le gusta estar de parte de Blanca, sin embargo, en esta ocasión las cosas no tienen nada de eso, solo trabajo duro.

--- Bueno, no es que lo haya hecho directamente, pero… Daniel tenía que pelear conmigo, y yo vi cuando estaban platicando en el receso, antes de que me tocara mi turno, luego me di cuenta que otro estaba en su lugar en la pista - <Pista>, así es como se llama piensa su interlocutora.- No es que piense que hubiera perdido si él hubiera sido el que me evaluara en la prueba, solo siento que es sospechoso.

Blanca camina despacio, contando cada paso, deja escapar un suspiro y se da cuenta que le está dando demasiada importancia a ese detalle. <No importa que no haya sido él, sé que hubiera aprobado de todas formas… además a Daniel jamás le pareceré lo suficientemente buena como para estar en el equipo, sé que no le caigo bien, tampoco el a mí; no necesito la aprobación de un prepotente con complejo de superioridad>. Trata de convencerse de sus palabras, pero aún recuerda la primera evaluación, en la que sintió que él la había dejado ganar y que incluso le dedico una mirada comprensiva.

--- No te molestes en pesar en esas cosas, aquí lo importante es que lo lograste y que le dejaste callada la boca a ese cretino que te hizo la vida imposible, cuando lo vi hablando contigo y con Jean tuve ganas de golpearlo, no sé cómo es que Jean Paul puede ser tan cortes con él, ¿que no sabe cómo se comportó contigo?- Blanca solo mueve la cabeza de un lado al otro, negándolo.- ¡¿Qué?! Júramelo, en serio ¿no lo sabe? , pero ¿por qué?, es decir, tú y Jean Paul se han vuelto muy amigos, confidentes, ¡cómplices!- En este punto Violet está sazonando sus palabras con su característico toque pícaro.

--- No lo sé, pensé que sería mejor evitarle el disgusto, además él no podría haber hecho nada.- Blanca se encoge de hombros, y se le escapa una risita.- No me mires así Violet, se lo que estás pensando y ya hemos hablado de eso.

--- ¿Qué no te mire cómo? Yo no he dicho nada….- La chica levanta una ceja para darle más relevancia a su siguiente frase.- pero si te pones así, ¿hay algo que quieras contarme? ¿Tal vez que tu querido Jean por fin se atrevió a decirte que le gustas con todas las letras de esa palabra?

--- ¿De qué hablas?- Su voz tiembla un poco ante la mirada acusadora que se posa sobre ella.- No, Jean Paul no me ha dicho nada, y no creo que lo haga, a veces pienso que solo son ¡ideas que tú metes en mi cabeza! Y que en realidad no le gusto.

Blanca sabe que lo que le dice a su amiga es para zanjar el tema y que ya no siga haciendo preguntas incómodas, lo cierto es que si su sexto sentido de chica es más o menos fiable , sabe perfectamente que Jean Paul siente algo más que amistad por ella. Nunca se lo ha dicho “con todas sus letras” como diría Violet, pero se lo ha demostrado durante todo el tiempo que llevan tratándose, desde ese primer día en el club de teatro, siempre es atento y amable, excesivamente caballeroso, razón por la cual no ha tenido que cargar su mochila ni sus libros cuando él está cerca ni una sola vez en 5 meses. Llegan a su mente los recuerdos de la obra que montaron hace solo un mes, <Romeo y Julieta>, en las audiciones ella quedó como Julieta y Luka, un amigo de ambos, se agencio el papel de Romeo, pero misteriosamente cambio su lugar con Jean una semana antes de la puesta en escena; sin embargo, ella fue testigo, sin buscarlo, de una conversación que la dejó más confundida que feliz.

*Flashback*

--- No lo sé, ya sabes cómo es Messie Lumier, y ¿si no nos deja hacer el cambio?- El chico de cabello rubio oscuro se mostraba serio.- Y sí es porque piensas que me voy a aprovechar puedes estar tranquilo, la escena del beso no es real.

--- Vamos Luka, dijiste que me ayudarías, no solo es por el beso, sé que no es real… pero puede serlo, siento que esa obra es el momento preciso para decirle lo que siento.- Los gestos del jovencito de cabello negro eran desesperados y graciosos. Luka se echó a reír y le dio un suave puñetazo en el hombro al alarmado muchacho.

--- ¡Tranquilízate hombre! Te dará un sincope si sigues por este camino, cualquier momento es bueno para una declaración de amor… y te diré que en tu caso es seguro que ella siente lo mismo, basta ver cómo te mira en cada ensayo.- miró el reloj rápidamente- es tarde, tu “doncella” te espera, vamos.- dijo con marcada ironía.

--- No, nos vamos hasta que me digas que cambiaras tu papel, no voy a rogarte pero creí que éramos amigos.- Jean Paul trataba de poner su mirada más severa sin lograr un resultado creíble, no era del tipo “rudo”.-Esta bien, estoy desesperado, no sé cómo abordarla, siento que las palabras se amontonan en mi cabeza y no logro pronunciar ninguna cuando estoy a solas con ella, pero cuando actúo me siento seguro de mi mismo. Si cambias de papel conmigo te deberé un favor y recuerda que soy el secretario de Messie Lumier.

--- ¿Y ese se supone que es un chantaje?- Su compañero se reía a mandíbula batiente, hasta que notó que Jean Paul se alejaba.- ¡Oye! Estoy bromeando.- Se acercó más a su amigo.- Cambiaré de papel contigo señor “secretario” pero me debes una.- Golpeo de nuevo el hombro de Jean y se dirigió a la sala de  ensayos riendo todavía entre dientes.

*Fin flashback*

--- Hay por favor eso ni tú te lo crees. Pero mejor dejémoslo ahí porque yo sé que antes de lo que piensas mis predicciones se cumplirán.- Violet guiña un ojo a la otra jovencita que parece salir de un estado de trance mental.- Mejor dime porque no me avisaste que la prueba era hoy, si Madeleine, tu compañera de cuarto, no me lo dice hoy que fui a buscarte, yo tampoco hubiese venido.

--- Ah sí, es complicado…- Blanca se sienta debajo de un árbol en las afueras del gimnasio.- No es que no quisiera que vinieran, bueno sí, pero no, me pongo muy nerviosa cuando mis amigos están observando la pelea, por eso no les mencione nada.- Agacha un poco la cabeza apenada.

--- Hmm… pero tú “amigo”  Jean Paul si puede verte sin que te pongas nerviosa.- Un nuevo guiño y parece que su amiga no quiere dejar el tema por la paz, Blanca rueda los ojos y apoya el mentón en su mano, dándose por vencida en esa pelea- Ya ya, sé que ese chico no se te despega ni a sol ni a sombra, me sorprende que no esté aquí ahora.

--- Fue por unos refrescos, no tarda en venir. Por cierto no he visto a Luna en varios días, debe estar muy atareada con el fin de semestre.- Ambas están pensativas, pero sobre diferente temas.

Blanca trae a Luna a la conversación para desviar, una vez más, la atención de Violet que se empeña en recordarle el nudo de conjeturas que trae mezcladas en la cabeza. Por un lado está esa conversación que escuchó detrás de las paredes; pero, si bien el cambio de papel se hizo, Jean Paul no le dijo nada, y el beso no fue real, en cambio había adquirido una actitud más sobreprotectora que antes, como si temiera que pudiera escapar, y no le gustaba para nada sentirse cautiva. Por ilógico que parezca entre más detalles tenia “Romeo” para con ella, más incómoda se sentía. Jean le había demostrado una confianza y apoyo incondicionales, era un buen muchacho y de eso no había duda, a ella le agradaba pasar tiempo con él y todavía recordaba como latía su corazón el día que recitó el poema para toda la clase viéndola a los ojos con fijeza, pero ahora, meses después no estaba segura de corresponderle con la misma intensidad. Con el paso de los días y de las semanas más infrecuentes habían sido sus ataques de nerviosismo, su pulso ya no se sobresaltaba y esa sensación de vértigo en el estomago desapareció. <Pero debe ser normal, la atracción no puede durar para siempre, Jean me gusta… aunque lo quiera negar me gusta, y creo que podría enamorarme de él, sí él se arriesgara, le diría que sí>. Suelta el aire que tenía retenido en la boca.

--- Si tienes razón, debe ser el fin de semestre… aunque últimamente Luna anda muy misteriosa, desaparece todas las tarde y los viernes, ¿no crees que está ocultando algo?!¿Te imaginas si estuviera teniendo una relación a escondidas?!- Violet se pierde de nuevo en sus cavilaciones, pensando en cómo averiguar en que está metida su amiga.

La chica de ojos almendrados también sigue perdida en sus reflexiones, mientras observa al cielo azul. Recuerda con orgullo que hace pocos momentos acaba de ganar la cinta verde y que si todo sale bien, pronto será azul…<Azul como la de… ¿Por qué siempre termino pensando en ese bobo? Ni siquiera se quedo a ver el combate, por supuesto, solo sirve para criticarme, pero cuando voy a hacer que se trague sus palabras huye. El primer mes junto a él fue horrendo, “¡No combines esta patada con la otra! Levanta más el pie… no así no, ¿Qué no puedes simplemente imitarme?, ¡No se pronuncia de esa manera!, No hagas la reverencia de esta forma, ¡te lo dije!”, estoy segura que disfrutaba al ver mi cara de cansancio después de cada entrenamiento,  pensé que me dejaría en paz cuando ya no fuese mi “tutor”, pero claro el sabelotodo tiene que cuestionar todo lo que hago, o no hago. No sé cómo pude pensar que era un chico amigable, solo porque se me quedara viendo el día  que entre por primera vez al equipo no significa que le agradara, y cada vez estoy más segura que lo hizo adrede para intimidarme, pero conmigo se equivoco… al final el tenía la razón, no seríamos amigos… “por desgracia las reglas lo prohíben”, hay ojala no hubiera oído nunca esas palabras, ¿Qué significaban? ¿Quería ser mi amigo? O simplemente fue otra de sus múltiples frases sarcásticas, que sería lo más lógico. >


--- ¡Tengo una idea!- Pronuncia Violet, más para sí misma que para la otra chica que sigue perdida en su monologo interior.- Le diré a Frank, que le diga a Sol que averigüe algo sobre eso, de cualquier forma ella vive en la misma habitación que Luna, y para algo ha de servir la “gran” amistad que ha cultivado con Frank, ¿no crees?... ¿Blanca?- Le da un tirón de cabello que hace volver a la muchacha a la tierra.


--- ¡Auch! No tienes que ser violenta… ya te escuche. Dices que le dirás a Frank que le saque información a Sol… pero creí que ella no te caía bien, bueno en realidad, pensé que te caía bien al principio, y luego no y luego sí y ahora, ¿estamos de nuevo en no o en sí? Ya me perdí.- Arregla el mechón de cabello que su amiga desordenó y trata de concentrarse en seguir la conversación, cuando a lo lejos ve a un muchacho de jeans y camisa negra que camina hacia ellas…<Daniel>.

--- Ella me cayó bien la primera vez que la vi, pero luego cuando se mudó con Luna, descubrimos, la verdad es que Luna me cuenta casi todo lo que sé de ella, que es una chica superficial, criticona, chismosa y engreída… además se hace la ovejita blanca con Frank, y claro él le cree ciegamente. Por eso dejo de caerme bien, yo le creo a Luna, ella es mi amiga desde hace tiempo, no tendría porque mentir, ¿me entiendes? ¿Blanca?... – Violet pone los ojos en blanco al constatar que de nuevo habla sola.- Bien árbol, ahora solo somos tu y yo- Intenta llamar su atención pero no lo logra- como te decía, veré que información puedo conseguir, porque si le pregunto a Luna directamente lo negará todo, pero estoy segura que es por un chico, aww es muy romántico, seguramente es su primer novio y no quiere que nadie se entere para evitar chismes… talves hasta ya se besaron, sí creo que sí.

             v   

<<Felicidades>>, la voz de barítono interrumpe la nutrida conversación de Violet con el árbol, y de Blanca con ella misma. << Gracias>> responde la joven levantando la cabeza para mirar al recién llegado. << Es hora de irme, pasado mañana tenemos que entregar una guía de ejercicios, nos vemos luego amiga>> Violet se despide de beso y con desgano hace un gesto con la cabeza a modo de saludo para Daniel. Ve por última vez los ojos suplicantes de su amiga, que seguramente no se esperaba ser abandonada con la última persona en el mundo con quien quisiera encontrarse.

Blanca espera a que el chico le conceda una de sus hilarantes frases de superioridad y se vaya por donde vino. Daniel trae una bolsa de papel en la mano, se alisa los pantalones antes de sentarse en la grama, junto a la chica que ahora lo mira con una especie de sorpresa y espanto.

--- Relaje, no muerdo- Saca de la bolsa dos refrescos y una pequeña caja celeste que abre con cuidado.- ¿Fresa o chocolate?- un par de ojos almendrados se asoman al borde de la caja y ven dos pastelitos decorados con una carita feliz.

Blanca duda un momento sobre lo que debe hacer, irse es una buena opción, pero de nuevo ese sentimiento de “mala” aparece, aunque desearía ver la cara lívida que pondría su compañero si lo deja plantado como si fuera invisible.

--- Chocolate- El anfitrión toma una servilleta y le frece el cup cake.- Gracias.- Luego toma uno de los jugos, lo abre y le coloca una pajilla, extiende la mano para dárselo a su invitada.

Comen en silencio, viendo en direcciones diferentes, uno a la derecha, el otro a la izquierda y algunas veces, ambos al cielo.

--- Bien, gracias por el refrigerio, tengo que irme, ya me están esperando.- Toma su mochila, pero justo antes de levantarse Daniel posa su mano sobre la suya durante algunos segundos.

--- Espera.- La presión sobre la mano de Blanca se desvanece y ella vuelve a acomodarse para escuchar lo que el chico tiene que decir.

--- Ok, ¿dime qué pasa? No tengo tu tiempo.- Lo dice con la mayor seriedad posible y pretendiendo tener mucha prisa, cuando la realidad es que quiere quedarse y escuchar < No lo soporto, después de haber sido un ogro ¡ahora intenta comprar mi perdón con un cup cake!, ¿Qué le pasa? ¿Por qué no dice nada? , y lo peor es que yo estoy esperando a que al señor le den ganas de hablar, ¿Por qué sigo aquí? Ya debería haberme ido y dejado hablando con su sombra… sus ojos parecen casi negros cuando está nervioso, bueno a mi me parece que está nervioso. Ash! ¡¿Pero en que estas pensando Blanca?!>

--- Solo te robaré unos cuantos minutos, seguro eso no le molestara a tu “chico del teatro”, puede esperarte.- La joven cruza los brazos y lo mira desafiante < Si quiere detalles de mi vida privada está perdiendo el tiempo> piensa. < Pero no sería malo darle una cucharada de su propia medicina>.

--- Tienes razón me esperará, soy yo la que ya no puede esperar a verlo, los minutos corren, así que dime de una vez que es eso tan importante que tienes que decirme, que hasta compras un postre.-  Daniel vuelve a verla directo a las pupilas, de nuevo la sensación de estar en una montaña rusa se apodera del estomago de ella, pero se mantiene firme como un maniquí.

--- Lo del postre tómalo como una bandera de paz, en resumen, creo que he sido injusto contigo en este tiempo atrás, tienes una gran capacidad y creo que pronto estarás dentro de los profesionales, así que propongo que hagamos las paces y comencemos de nuevo, ¿Qué dices?.- Su declaración de paz casi desencaja la mandíbula de Blanca, pero recupera su compostura y ruega porque su pulso no sea audible más allá de sus tímpanos, en donde parece resonar como tambor.

<Creo que ese panquecito tenía alguna clase de alucinógeno, porque parece que por una vez don “yo lo sé todo y tú no sabes ni tu nombre” se está comportando como una persona civilizada … después de todo, quizás si tenga un corazón, aparte de esos ojos marrones  y profundos que resaltan con su cabello,¡ no! No debo fijarme en ese tipo de cosas… su mano es cálida, y no fría como me lo imagine… ¡No! Jamás me imagine eso, debe ser el pastelito que no me deja pensar con claridad>.

--- Claro, hagamos una tregua.- Sin darse cuenta la chica está sonriendo y él le devuelve el gesto – Solo recuerda que debes tratar a las personas como quieres que te traten.- < Bien el sermón está de más, pero no quiero que piense que su disculpa me derrite como mantequilla>.- Ah! Y solo por curiosidad, ¿por qué no peleaste hoy contra mí?.

--- No fui yo.- Daniel está mintiendo, la verdad es que fue él quien le pidió a Miranda no participar en las evaluaciones, no se perdonaría hacerle daño a ella, pero tampoco se hubiera sentido feliz dejándola ganar; en vez de eso prefirió ver la pelea desde una distancia prudente y al ver el triunfo de Blanca, decidió hacer de una vez por todas lo que ronda en sus pensamientos es momentos intermitentes: < Arreglar las cosas con la chica, ella no tiene la culpa de que yo sea un amargado>. – Fue Miranda la que me lo prohibió.- < Su mirada es tan cálida que casi no parece la fiera que es cuando alguien le lleva la contraria… ¡No! Deja de pensar estupideces Daniel, ella es una simple niña… con una hermosa sonrisa, ¡no! No sientes, ni sentiste ni mucho menos sentirás algo por ella, ya viste como le gustan: engominados, almidonados y sin un ápice de voluntad propia> Se reprende a sí mismo mentalmente.

--- Ah, es extraño, ella fue la que me confió que me pondría a competir contra ti, pero supongo que cambio de parecer.- Ambos están mucho más relajados y se dedican una franca mirada de empatía.- Que lástima, me hubiera gustado vencerte.

--- ¿Crees que tú vas a vencerme a mí?- Blanca se tensa de nuevo porque percibe que regresa la fanfarronería de su receptor, pero este ríe despreocupado, y no hay ningún tinte de maldad en su risa, ríe porque es una broma.- Se me olvidaba que desciendes de la línea de Neo.- Ahora Blanca se permite soltar una suave risa, parece que están en sintonía por primera vez, ella no se siente atacada y disfruta de su compañía.

--- No te pongas celoso, es un don ser tan talentosa.- Hace una mueca de altanería fingida y levanta los hombros, haciendo reír con más fuerza al que hasta hace poco fuera su peor pesadilla.

Por un momento sopla una brisa intensa que mueve las ramas de los árboles con violencia, y hace que una lluvia de hojas caiga desde la copa, además de levantar un torbellino de polvo en la cancha de futbol que está a pocos metros del lugar en que están sentados los chicos. En un impulso Daniel cubre con su chaqueta a ambos para protegerse del ventarrón, los dos cierran los ojos y solo los vuelven a abrir cuando el viento ha cesado, aún se encuentran resguardados tras la chaqueta  y al darse cuenta que están a unos pocos centímetros uno del otro, se sonrojan y separan de un salto.

--- Que huracán, ya no resisto por volver a Barcelona ahí no hay viento en esta época del año y es el tiempo perfecto para ir a la playa.- Dice Blanca tratando de disimular el bochorno de sus mejillas y esquivar a como dé lugar la mirada del chico.

--- España, no me equivoque en tu nacionalidad, fue fácil por el apellido… pero hablas un italiano perfecto.- Daniel acomoda la chaqueta en su regazo y también intenta disimular su sonrojo mirando al frente.

--- Gracias, tú también hablas un italiano admirable, eres de…- < No puedo perder la oportunidad de saber de dónde viene, aunque quizás deba dejar de dar las gracias, las he dado demasiadas veces para ser nuestra primera conversación “normal”… creo que me sentó mal el bocadillo, porque me duele un poco el estomago >.

--- Argentina, de Buenos Aires, y no seas educada, sé que mi italiano es abominable a pesar de que llevó un año más que tú viviendo aquí.- Se pierden en la conversación, intercambiando datos de sus vidas, miradas y sonrisas, cuando el celular de Blanca suena varias veces interrumpiendo el momento.

--- Perdón.- Dice mientras revisa rápidamente el registro de llamadas <Jean Paul, 6 llamadas perdidas>.
--- Creo que tu escolta privado te necesita…o como dijiste tú, no puedes esperar a verlo.- Suelta Daniel, mencionando la última parte de la frase casi en un susurro.

< ¿Celos?... claro que no, él no podría estar celoso de mi, apenas acabamos de volvernos buenos compañeros, pero… y si lo estuviera. Definitivamente el postre me sentó mal, siento como si me hubiera comido una colonia de hormigas. ¿Apago el móvil? … lo más correcto sería corresponderle a Jean, debe estar preocupado, pero no se ha aparecido por aquí, no es que le haya avisado en donde estaría pero el podría buscarme… apagar>. Presiona el botón rojo unos instantes y la pantalla del aparato se vuelve negra. No sabe exactamente porque lo hizo pero en este preciso momento el único lugar en que quiere estar es debajo de ese frondoso árbol y en compañía de su “nuevo amigo”.

--- Bien, ¿en dónde nos quedamos?- Blanca trata de pasar por alto la aseveración anterior del chico.

--- ¡Che! Pero que modales los tushos nena, respóndele al boludo, ¿no ves que debe estar rechapita?- El muchacho hace un gesto con la mano para darle énfasis a sus palabras, ríe al ver que su acompañante también lo hace.

--- ¿Qué fue eso?- La jovencita se encoge de hombros y sigue riendo, mientras escucha que Daniel sigue diciendo frases con un marcado acento argentino que le parece <extrañamente encantador>.

<< ¿Pero porque te reís vos? ¿Qué tengo cara de pashaso?... mira que bien tu actitud, ¡sho soy un groso!, ¿me estas cargando?... sha para, re dulce tu forma de hacer las paces eh!>>

Blanca está doblada de la risa, intenta recuperar el aire pero los ataques comienzan de nuevo cuando ve los gestos de Daniel. Ambos están colorados y poco a poco recuperan el aire.

--- Os sale genial, siempre quise escuchar a un argentino en acción.- Ahora habla en español su idioma natal.

--- ¿Sera porque soy Argentino?... decime algunas palabras típicas de España.- Casi se ha olvidado de que hace poco le hervía la sangre al pensar que “el amigo” de Blanca estaba llamándola cada dos segundos, fue un respiro enorme ver que apagaba su celular.

--- Bueno, no sé, ¿sois un pringado?....- < “Eres un tonto”… si tengo suerte no sabrá lo que significa, no es la mejor frase, pero es la primera que he pensado>.

--- Che, ¿ahora soy tonto? Pensé que merecía algo mejor.- Blanca se encoge de hombros y él aprovecha el momento y murmura entre dientes.- Si aquí el pringado y otras cosas es otro.

--- ¿Cómo? ¡Que queréis decir con eso?- La expresión de la chica cambia drásticamente, porque sabe que se refiere a Jean Paul , < Pero ¿Qué tiene contra él? Ni siquiera lo conoce.>.

--- Nada, nada, no me hagas caso, solo lo dije porque sí.- Ni él sabe bien la causa de su antipatía por el “guardaespaldas”, o sí la sabe pero intenta que la idea siga flotando en su cabeza y no aterrice en su conciencia.

--- Bueno, solo déjame deciros que si te refieres a Jean Paul te estáis equivocando, él es muy bueno… no es ningún tonto.- Se siente incómoda al reclamarle a Daniel, pero antes que nada Jean es su amigo y no puede dejar de defenderlo.

--- Epa, cálmate sé que no debo hablar mal de tu pololo… vaya de tu novio.- La chica abre los ojos como platos, pero no se decide si sacarlo de su error o fingir que tiene algo con Jean, < No gano nada con hacerle creer que somos novios… aunque puede ser que uno de estos días lo seamos de verdad… o no. ¿Por qué quiere averiguar eso? Este chico es más complicado que un puzle >.

--- No es mi pol… novio.- Busca la mirada del chico para encontrar alguna pista de su repentino interés.- Es mi amigo.- Las pupilas cafés de Daniel parecen más brillantes que de costumbre y sin buscarlo Blanca enfoca sus labios finos y un poco pálidos, ve la totalidad del rostro y distingue un lunar en su sien, luego su cabello negro y al momento de pasar a contemplar su torso se da cuenta que el está haciendo el mismo examen con ella. 

--- Oh, yo pensé que… bueno si no lo es pronto lo será.- <De nuevo está usando ese tono insolente que  usaba antes, ¿Qué se cree? ¿El gurú del amor? Para aseverar qué es lo que pasará en mi vida, debería devolvérsela… ¿Por qué esta arrancando el césped? ¿Estará nervioso?>.

--- Puede ser…- Blanca desvía la mirada y se concentra en su mano, que está sobre la grama. Otra mano de tez trigueña se acerca despacio a la suya y la roza brevemente con el dedo índice y el pulgar. Esa mínima caricia altera el sistema nervioso de ambos, la chica esta petrificada en su lugar, sin poder mover un solo músculo de su cuerpo y él lucha contra el impulso de tomarle la mano de una vez y estrecharla, además de <besarla>.

Ninguno nota la presencia del chico de gafas y cabello perfectamente peinado que sale detrás del tronco del árbol. Luce furioso y presiona con fuerza la bolsa que lleva en la mano, momentos antes escucho la mayor parte de la conversación que sostenían Blanca y Daniel, sin entender completamente las partes en español. Jean Paul habla fuerte y bruscamente << Te he estado buscando, dijiste que estarías en el gimnasio, y no contestas el celular>>. Blanca se siente aturdida, por primera vez desea que sea Jean Paul quien desaparezca de su vista y Daniel quien permanezca a  su lado.

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