sábado, 9 de marzo de 2013

CAPITULO DÉCIMO


Por fin aquí esta el nuevo capítulo espero que disfruten leyéndolo tanto como yo disfrute escribiéndolo  a mi me parece bastante divertido. Y bueno este triangulo amoroso la verdad me tiene un poco aturdida jeje, no se como será el desenlace. Por cierto feliz inicio de ciclo. 

Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .



SENTIMIENTOS ENCONTRADOS




“No hay disfraz que pueda largo tiempo ocultar el amor donde lo hay, ni fingirlo donde no lo hay.”
François de la Rochefoucauld


<Dos semanas y tres días> piensa Daniel al mirar el calendario que está sobre su escritorio. Ese es el tiempo que aún debe esperar para terminar el ciclo y al fin poder regresar a su hogar a pasar las vacaciones de verano. Abre uno de los cajones inferiores para sacar su reloj de pulsera, se lo coloca y dispone a irse en el momento que algo llama su atención. <La cinta…> es la pequeña tira de tela anaranjada que guarda desde hace algunos meses, pertenece a <Blanca…> su aprendiz por lo menos el primer mes de entrenamiento. Recuerda lo difícil que fue convencerla de colaborar, porque la chica resulto ser <necia como una mula> para recibir instrucciones, aunque debe aceptar que fue un tutor estricto y a veces bastante soberbio. Toma la cinta, pero inmediatamente, y como si esta quemase, la pone de regreso en su sitio; < en el primer examen tuviste suerte, pero en esta prueba veremos quién le enseñara a quien> se repite mentalmente evocando la imagen de la muchacha de ojos almendrados, no sabe en realidad que nombre ponerle a sus sentimientos, en ocasiones quisiera que jamás se hubiera cruzado en su camino y otras como el día de hoy se esfuerza por cubrir, a punta de indiferencia, que no ha dejado de pensar en ella ni una sola mañana desde que la conoció. Sacude la cabeza como para lanzar lejos sus contradicciones y sale de la habitación con paso firme pero con incómodo sudor helado en las manos.

El gimnasio está sorprendentemente vacío, como lo planeó llegó media hora antes de que las evaluaciones inicien. Daniel va directamente a los vestidores a colocarse su traje de taekwondo, al salir se da cuenta que en el lugar ya hay varios chicos y chicas, una voz dulce y cálida llega a sus tímpanos y vuelve hacia el sitio de donde proviene; ahí esta ella, con su típica sonrisa, colocándose una cinta en el cabello a modo de cola, pronto cae en la cuenta de que no está sola sino que la acompaña el chico delgado y que siempre parece listo para asistir a un evento importante, el mismo con el que la ha visto ya varias veces durante los meses anteriores, ver la forma en que Blanca mira al chico le produce un pequeño dolor de estomago que intenta ignorar de la misma manera en que ignora la presencia de ambos.

---¡¡No Jean!!...- la castaña ríe y le da un suave empujón- ¡ya no molestes! ¿Cuál es tu problema con mi traje?- lo dice como respuesta al tirón que le da el muchacho de una de sus mangas. Ambos se miran fijamente sin dejar de sonreír.
--- Es que es tan grande, ¿seguro no te dieron una talla de más? Parece que en cualquier momento te tragará- Jean Paul suelta una carcajada y muestra sus dos hileras blancas y casi perfectas de dientes.- Pero mejor no lo devuelvas, nos podría servir en el teatro por si alguna vez hacemos “Gasparin” – sigue riendo, pero calla al ver que su amiga ya no lo sigue en el juego.- Oye no fue mi intención sonar grosero… solo estaba bromeando- arregla sus, recién adquiridos, lentes mientras lo dice.
Blanca se esfuerza por mantenerse sería, pero la cara de preocupación que ahora tiene su interlocutor desata su risa nuevamente.
--- Soy yo la que estoy bromeando, no estoy molesta, pero fue divertido verte tan pálido… eso podría servirnos si alguna vez hacemos “Gasparin”.- A su acompañante le vuelven los colores a la cara, pese a que intenta reírse se detiene al ver de reojo a un chico de cabello negro que los observa con sutileza, y que desvía la mirada al verse descubierto.

Jean Paul alerta a su amiga de la presencia del desconocido, aunque pronto concluye que debe tratarse de alguno de los compañeros de equipo, por el traje blanco que lleva puesto. La jovencita vuelve un poco la cabeza ante el gesto que Jean hace con las cejas para captar su atención, se da vuelta rápidamente al darse cuenta que Daniel esta viéndolos con interés y  no sabe si saludarlo o pasar de largo, si lo saluda tendrá que presentar a Jean Paul y por alguna razón ambos nombres juntos no combinan en su cerebro; pero, si no lo hace esa sensación de haber sido “mala” rondara su mente por horas y necesita toda la paz posible en este momento.

Blanca resopla y toma aire para hablar con fingida simpatía, su “tutor” no se ha dado a querer en estos últimos meses, mas no puede negar que en un primer momento sintió algo extraño por él.

--- Daniel, hola, no note que estabas ahí- Una mentira piadosa para variar.- ¿estás listo?- sonríe mecánicamente.
El aludido parece un tempano de hielo, frio y calculador se acerca a devolver el saludo.
--- Ah, eres tú, yo tampoco me di cuenta que ya estabas aquí.- Esa fue una mentira más bien tonta que piadosa.- si estoy listo, espero que tú lo estés, conseguir la cinta verde no es algo de principiantes con suerte.- los ojos inexpresivos del muchacho se fijan en el chico de lentes, que también lo evalúa con detenimiento.
--- Lo sé, por eso he entrenado mucho, pero mejor no te cuento nada, así te sorprendes en el combate.- Mantiene la vista quieta en Daniel y este también la fija en ella, como en un duelo de aplastar voluntades con la mirada, ninguno de los dos cede. Alguien tose para llamar la atención de ambos, y es cuando la chica se percata que se ha olvidado de su acompañante.
--- Oh, claro, lo siento Jean, déjame presentarte a Daniel… él es, bueno, era mi tutor.- Blanca se acerca un poco a su amigo y lo toma del brazo espontáneamente.- Daniel, él es Jean Paul….- La chica desearía tener una mejor descripción de quien es Jean Paul en su vida, < ¿Jean Paul mi amigo?, bueno sí es mi amigo pero quizás sea más apropiado mi compañero de teatro, que también es cierto pero se queda corto, además no quiero que mister “ suerte de principiante” piense que Jean es alguien sin importancia, pero tampoco que es lo que no es, ¡¿pero en que estoy pensando?! Que piense lo quiera, lo importante es que yo sepa que solo somos amigos… porque la verdad es que todavía somos solo amigos ¿no?>.

La voz de de Jean Paul la saca de sus cavilaciones.

--- Mucho gusto.- Tiende su mano en señal de amabilidad y es respondido con un tosco <<Igual>>. Es este momento ninguno sabe como continuar la conversación, y de repente se escucha a lo lejos un alegre << ¡Amiga!>>, Blanca jamás se sintió tan agradecida de ver a Violet.