viernes, 21 de diciembre de 2012

CAPITULO NOVENO


Primero que nada : Feliz Navidad y Próspero año nuevo, espero que hayan tenido un año lleno de éxitos y sobre todo aprendizaje. Gracias por leer mis ocurrencias a lo largo de este año, que se tomen el tiempo para leer la historia es muy valioso para mi. 

Antes de terminar el año, me propuse terminar la primera parte de la novela, pero no se si lo lograré he tenido muchos problemas técnicos( mi computadora ya no colabora conmigo) y no se si se solucionaran con prontitud, pero esto lo escribí hace días y quería compartirlo con ustedes.  

Me gusta el capitulo porque quedo gracioso, Luna y Sol son muy importantes en la historia y ponerme en el papel de las dos fue algo que al principio se me dificulto, así que ustedes juzgarán. También el hecho de ponerme en los zapatos de Frank (quien me cae muy bien) fue algo nuevo y descubrí algunas cosas sobre el personaje de las que se enterarán próximamente. 

Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .

PREJUICIOS


“Usualmente las amistades verdaderas suceden con las personas más inesperadas” 

Selene

Pequeñas e imperceptibles arrugas se marcaban en la comisura de sus labios debido a la hermosa y radiante sonrisa que adornaba su rostro, esa misma que traía estampada desde hacía horas y la que trató de disimular sin éxito alguno. Luna sabia quien era el causante de tal efecto, por su cabeza pasaba su nombre una y otra vez: <Alex…>, aun percibía su piel erizada al pensar en el roce de sus manos.

Un torbellino de pensamientos surcaban por su cerebro mientras se dirigía a su habitación, al estar a unos metros de la puerta se dio cuenta que esta se encontraba abierta, caminó con cautela  y finalmente la tiró de un empujón. La chica estaba preparada para casi cualquier situación, su mente, que se caracterizaba por ser previsora y un poco paranoica, se planteaba el enfrentamiento con algún secuestrador, ladrón o asesino en serie. En vez de sus ilusiones sacadas de abundantes películas de terror, se encontró frente a su alcoba… que ya no lucía como suya.

<< ¡¡Que M##### es todo esto!!>>, Dijo en voz alta la joven. El color rosa y morado del cubrecama combinaba perfectamente con las nuevas cortinas estampadas de tulipanes, los adornos de flores y mariposas y los cuadros al estilo impresionista, de hermosos parajes; los adornos de ángeles sobre la librera y el olor a vainilla y gardenias que inundaba la habitación, todo formaba un conjunto luminoso que parecía sacado de una revista de estilo y hogar. Contrastaba de una manera intensa con el resto del espacio, sobrio y misterioso, que conformaba solo una décima parte del cuarto; las quimeras ya no adornaban las blancas paredes y sus collares de cruces ahora eran reemplazados por adornos brillantes de colores claros. Los recipientes en su tocador estaban ordenados por tamaños, los esmaltes colocados en una caja pequeña en la que ajustaban perfectamente y la mancha roja, que era testigo de la última sesión de manicure, había desaparecido.

Luna dio un paso atrás, e instintivamente salió al pórtico a cerciorarse que el número de habitación fuera el correcto, <321A> era su dormitorio pero al mismo tiempo no lo era. < ¡¡¿Qué rayos paso aquí?!!¡¡Quien convirtió mi cuarto en esta cosa… tengo que hablar con alguien de esto, no va a quedarse así!!> . Antes de salir a quejarse con administración, le dio un vistazo a su closet, llevándose casi la peor de las sorpresas, su espacio había sido limitado a menos de la mitad < ¡¿Qué pasó con mi ropa?!>, la cara de la chica estaba roja de enfado, sentía la rabia correr por sus venas y la imperante necesidad de golpear a la culpable de tal atrocidad. Pero, por mucho, el más grave de todos los cambios, lo notó al percibir la ausencia de: << ¡Tomasa!>> exclamó al ver el espacio vacío arriba de su cofre, por alguna razón el primer lugar en que busco fue el indicado, su calavera, a quien había llamado <Tomasa>, estaba escondida bajo la cama.

<< ¿Quien te hizo esto, preciosa?>> abrazó al objeto a quien se dirigía y  que poseía un elevado valor sentimental, pues había sido un regalo de su abuelo de quien solo conservaba vagos recuerdos debido a la corta edad que ella tenía cuando él falleció. Entonces las llamas de furia que quemaban su interior se expandieron invadiendo todo su ser, dejo la calavera sobre la cama y se dispuso a buscar a la culpable.

Cuando cruzó el umbral de la puerta estuvo a punto de chocar con una chica de castaños y lacios cabellos, ambas se observaron por un momento. La mirada de Luna era impenetrable, fría y colérica, por lo cual la expresión de la muchacha se volvió de espanto y timidez, aún así logró pronunciar unas cuantas palabras.

--- Ho-hola, creo que tú eres mi compañera de cuarto.- la chica sonrió con disimulo, pero su gesto chocó contra el muro que Luna había instalado entre las dos. – Soy Sol… Sol Milán, mucho gusto- Y Sol le tendió su mano como muestra de simpatía.
--- ¿Tú hiciste todo esto?- musitó con excesiva seriedad y sin devolver el gesto de empatía.
--- Oh, sí, bueno creí que ayudaría poner un poco de orden, y… tú sabes, remodelar para que ambas pudiéramos tener nuestro espacio. – Sol habló despacio y un poco atropellado, pero trato de ser fuerte ante la apática mirada de su compañera, que amenazaba con golpearla en cualquier momento.
---“Nuestro” espacio…- Dijo viendo de reojo alrededor. Oyó como su interlocutora tragaba grueso.- Entonces… Sol Milán, tú eres mi compañera de cuarto que nadie me anuncio que vendría, y no tardaste ni cinco minutos en decidir que MI ESPACIO, debía convertirse en NUESTRO, sacando todas mis cosas de su lugar y volviendo mi habitación una mala imitación del país de las maravillas… - mencionó lo último con aparente calma, pero disfrutando de las pupilas llenas de terror de Sol.
---Ahh… bueno… yo creí que te había llegado una carta, anunciando que hoy me trasladaría y… si no te gusta mi decoración pues… creo que… podríamos llegar a un acuerdo… ¿verdad?- la voz de Sol tembló un poco y las  ganas de salir corriendo se apoderaron de sus piernas, pero en realidad no tenía otro lugar a donde ir, así que tendría que llevar la fiesta en paz con la chica “vampiro” a la que sus uñas de color negro y sus botas de tacón solo daban un aspecto más fiero.
--- ¿Acuerdo? …- Luna realmente estaba gozando de las reacciones de miedo de su nueva compañera, era una chica tranquila y su chaqueta de color rosa y la gargantilla que colgaba de su cuello, con un dije en forma de ángel solo le daban un aspecto más inofensivo. – Te diré cual será nuestro acuerdo, Sol- levantó un poco una de sus cejas- Yo iré a cenar ahora y cuando regrese, ¡¡quiero que todo esté como lo encontraste!! ¡¡Que mis cosas vuelvan a su sitio, incluso mi desorden!! Saca tu ropa de mi armario, y devuelve mis cruces y dibujos a su lugar. ¡¡Y sobre todo!! … oh y escúchame bien niña porque esto es ¡importante!, vas a tomar a Tomasa… – vio a la calavera que reposaba en la cama- y la pondrás sobre el cofre. ¡Y no quiero que vuelvas a meterte con mis cosas, jamás! Eso si no quieres conocerme enojada, y te aseguro que no quieres…. Así que Alicia, puedes mudar tu país a la otra mitad de la habitación. Esto será cincuenta y cincuenta… ¡¡ni un milímetro más!! Yo no pedí que vinieras, así que tampoco me molestaría sacarte de aquí… - Echó una última mirada  a la alcoba y salió triunfante, dejando a Sol en estado de shock y con muchos temores en su mente.