lunes, 6 de agosto de 2012

CAPITULO QUINTO


Hay un pequeño *flashback* de Karlhy y Luka , así sabran quien es Luka y como mas o menos va esa historia.
 Los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .

EL AMANECER DE UN NUEVO AMOR



“El amor a primera vista es fácil de entender, es cuando dos personas se han estado buscando el uno al otro durante toda la vida y esto se convierte en un milagro”.


                                                                                                                                       Sam Levenson

Santiago Evans supo desde niño que obtendría siempre todo lo que quisiera, sin importar el costo. Sus padres se habían encargado de crear en su hijo no solo autoestima, sino un súper ego  que lo convirtió en el muchacho presumido y arrogante que era ahora; por otro lado tenía un sentido malversado de justicia del tipo <<Los pobres se quedan así  porque son demasiado holgazanes para correr tras la fortuna>>  lo había escuchado de su padre en múltiples ocasiones  cuando conversaba con alguno de sus amigos, quienes fumaban y bebían sentados en un cómodo sofá, firmaban papeles importantes y hablaban por teléfono. Su madre cuando no estaba visitando a alguna de sus amigas pasaba su tiempo en obras de caridad de las que nunca se enteró demasiado, solía, por regla general, ignorar a su esposo, excepto cuando se trataba de su hijo. Ella siempre estuvo del lado de Santiago, a veces porque creía que el niño no se merecía la reprimenda y otras simplemente por llevarle la contraria,  el muchacho había heredado el mal carácter de su padre y su  facilidad para encontrar las palabras adecuadas para causar el mismo impacto que una bofetada.

Impulsado por el fuerte deseo de cumplir las expectativas de su padre, sobresalía desde su infancia tanto en sus clases como en los deportes, aunque debía admitir que el éxito en la primera era más producto de juntarse con las personas correctas que las horas que dedicaba a estudiar; era popular y las chicas corrían tras de él como si fuese una de esas estrellas de cine adolescentes que se cambian a una escuela ordinaria.

Su rostro no era singular, pero sus ojos verde esmeralda le daban un toque sexy muy provocativo, acompañados de una sonrisa intrigante y seductora eran un buen arma de conquista. Por lo general usaba jeans y camisas de botones, era inglés y por consiguiente elegante, según le habían enseñado, aunque lo cierto era que pocas veces se había quedado en Inglaterra más de un mes, creció en Rusia y se sentía más identificado con esa nacionalidad.  

No hubo un gran problema en la elección de carrera, sería lo mismo que su papá: ingeniero mecánico, y así todos estarían felices. Así fue como llego al presente, al salón de matemáticas avanzadas, está cavilando acerca de ir por la tarde a la fraternidad de las Alfa, esa muchacha en la fiesta… podrían ser unos meses satisfactorios.

--- Ya casi son las 8… no sé porque seguimos aquí, maestro de cuarta que nos venimos a conseguir -Bufa Alex, su amigo desde la infancia y ahora compañero de fraternidad.  
--- Relájate hermano, de todas maneras no tenemos nada mejor que hacer en lunes por la mañana- Santiago repasa las fotos que se tomó en la fiesta de bienvenida, desde su celular.

Alex lanza un gruñido de exasperación y se sienta con algo más de fuerza de la necesaria, observa las fotos que su compañero está pasando  y lo golpea en la cabeza para llamar su atención.

--- Oye, ¿Quién es? – Santiago le devuelve el golpe antes de contestar.

--- Es una de las Alfa, bailo en el concurso estúpido, ese de formar parejas desconocidas… andaba por ahí en la fiesta según las fotos de Facebook, yo no la volví a ver, pero eso se puede solucionar ¿Qué te parece? ¿Cómo la ves?- Le muestra una foto de perfil de la muchacha, donde se acompaña de otra de vestido rojo.

--- Está bien, es tu tipo…- Alex piensa instantáneamente en la chica del prendedor, ¿Cómo será? ¿Estará buena? Su tipo no era ningún tipo en realidad, porque había salido con chicas de todos los colores y tamaños, su amigo en cambio seguía el mismo patrón, castañas o rubias, mismas faldas, mismo perfume, misma sonrisa tonta.

--- ¿Mi tipo?- Santiago se ríe un poco- Al menos yo tengo un tipo, a ti solo te falta salir con la catedrática de física, para variar las mayores- espera a ver la reacción de su amigo pero no se inmuta.  

--- ¿Está sexy la de física? Yo no tengo prejuicios- dice para finalizar, su amigo solo rueda los ojos.

El profesor entra corriendo al aula con casi media hora de retraso y tras de él varios alumnos que van a sus asientos.

Santiago conoce a su amigo y sabe que algo se trae entre manos, ha aprendido mucho sobre sus inevitables cambios de humor por los siete años que llevan siendo compañeros de colegio y bebida. Han pasado por varias borracheras y clubs nocturnos, Alex es quien siempre tiene compañía en las noches pero no durante el día, solo ha tenido dos novias, la primera fue a los doce, cuando aún era un niño, antes de perder a sus padres, lo dejo porque le dijo que no entendía nada de lo que decía, Alex tenía la mala costumbre de hablar como si se tratara de un discurso técnico para cada persona en particular. A los 16 tuvo su segunda novia oficial pero ambos perdieron el interés luego de tener sexo y al ser incompatibles no les quedó más que separarse; desde entonces no le faltaba quien lo sacara de momentos de apuro, pero nadie realmente importante. Santiago era diferente, se enfrascaba en relaciones con chicas que a parecer de su amigo daría igual si les decía que era un agente de la CIA o un extraterrestre, se lo creerían, porque ellas se creían todo. Aunque tenía meses de buen sexo asegurado, las peleas con sus novias eran frecuentes porque Santiago no tenía el don de permanecer con la misma mujer por más de un par de meses. Demasiado complicado, solía pensar Alex. Aunque recientemente había llegado a la peligrosa conclusión que en realidad ninguna mujer tenía nada bueno que decir, incluso su madre, nunca la comprendió, no comprendió porque lo había dejado con su papá mientras se encontraba a sí misma, y porque justo cuando regresaba de su viaje, perdió el control del auto y asesino a su esposo, al que en vida no paraba de repetir que mejor que estuviera muerto, y a ella misma.

Santiago está girando su lápiz sobre el pupitre, cuando de repente nota a una muchacha a unos seis pupitres en la misma fila, es la chica de la fiesta, quizás se da cuenta que la observa porque vuelve su mirada pero no la coloca sobre él, sino que sube y busca a alguien más atrás, luego regresa a poner atención. <Rayos es la oportunidad>, va a acercarse a ella justo cuando la clase termine, como ya lo había pensado, el ciclo sería mucho más que interesante.
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Hay fórmulas de izquierda a derecha tatuadas en la pizarra con plumón, el catedrático de Matemática Avanzada es muy aficionado a escribir todos los ejercicios antes de explicarlos y eso le toma alrededor de 10 minutos antes y durante la clase.  Frank escribe sin concentración y se equivoca varias veces en el proceso, ubicó a Sol en los primeros segundos de la clase, como lo había hecho toda la semana, ella y su amiga solían sentarse en la tercera o cuarta fila pero misteriosamente hoy ocupaban asientos de la primera fila, el muchacho en cambio prefería sentarse en el medio del aula, para tener una visión más amplia… de las ecuaciones, se decía, no de la chica de chaqueta rosa. No ha podido sacarse de la cabeza el baile que compartieron, sus manos rozándose por momentos, ¿le gustaba? Sí, cuando la vio por primera vez pensó que nunca había visto a una chica más hermosa, cuando la vio por segunda vez, pensó que debía seguir un plan si quería llamar su atención, el plan que tenía escrito en la mente pero que nunca había seguido, ser amigos y luego proponerle ser algo más.

El profesor menciona varias veces que los ejercicios de la tarea se encuentran en un documento en PDF, y que los diez tutores encargados tienen la obligación de hacer llegar la actividad a los demás compañeros. Frank suspira, no estaba convencido acerca de las tutorías, pero el hecho de tener una excusa para brindarle ayuda a Sol valía la pena. Le ha hablado unas cinco veces desde el baile, y todas han sido breves, ella siempre se muestra alegre y sonriente ¿pero no es así con todo el mundo? ¿Existirá la posibilidad que ella también esté interesada en él? Sol no es una muchacha común, es bonita, pero sobre todo es segura de sí misma y él podría decir sin temor a equivocarse que muy disciplinada en todo lo que hace.

No se parece a ninguna de sus dos ex novias, aunque fueron las dos quienes fueron tras él, se había creado la fama de que no quería nada complicado a raíz de salir con Erica a los 15, y a los 17 tuvo su única relación a largo plazo que termino sin pena ni gloria. Nunca se había enamorado, y eso según su papá era algo bueno, había que experimentar y ganar experiencia, a las mujeres no les gustan tímidos e inseguros, le dijo en esa ocasión a los 14 años, nunca iba a llegar a ninguna parte si buscaba la amistad de una chica que le gustaba. Siguió su consejo y recibió su primer cachetada por un beso robado, se prometió que la universidad sería un antes y un después, llevaría las riendas de sus tácticas románticas como quisiera. Mira de nuevo hacia el lugar en donde Sol estira los brazos para desperezarse y sonríe cuando ella vuelve su vista hacia él.   
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--- Pensé que no terminaría de hablar nunca- Karlhy acomoda el lapicero sobre su cuaderno- ¿Aló? ¿Qué miras tanto? - vuelve hacia su amiga que ahora dibuja lo que parece ser una mariposa en su cuaderno, a lo largo de la clase volvió al menos tres veces hacia las filas del otro lado del aula.  

--- Nada… bueno sí, es que sentía que alguien me miraba, pero no veo a nadie, quizás solo sea mi imaginación– Aunque la última vez vio a Frank sonreírle, pero él no contaba, se sentía observada de una forma que la ponía tensa, con el muchacho de ojos cafés ella siempre estaba asombrosamente cómoda.

--- ¿Alguien?- Karlhy vuelve con disimulo y se encuentra con Frank mirando intermitentemente- Frank está viéndote- Y hace un molesto sonido arrastrando la u.  

--- Ah sí, de eso ya me di cuenta- dice frunciendo el ceño en señal de duda- pero no es él, olvídalo, mejor cuéntame ¿has visto a Luka?- Sol imita el sonido con la u, que su amiga hizo antes.

--- Entonces es tu complejo de persecución Sol, y no, ya te dije que desde la fiesta no se ha aparecido por ninguna parte, seguramente no recuerde ni mi nombre-  Karlhy se siente decepcionada de la situación, había imaginado que se lo encontraría, pero era como si la tierra se lo hubiera tragado. Los recuerdos de la fiesta, que aún están intactos, llegan a su mente.

*Flashback*
* --- Me llamo Luka- dijo entre gritos, la música llegaba a niveles estridentes.

    --- Y yo Karlhy – mencionó ella en el mismo tono de voz.

La música ceso al poco tiempo, Karlhy aplaudió fuerte cuando se dio cuenta que Sol había ganado. Luka seguía junto a ella, viéndola de reojo. Ella deseaba continuar la conversación, pero los rastros que quedaron de una timidez superada en la secundaria, no le permitían mover sus ojos hacia él; pensó que tomaría su silencio como falta de interés y se iría a buscar una compañía más simpática. Sucedió todo lo contrario, fue él quien al fin busco sus ojos, le invitó algo de beber y el que ahora trataba de continuar la charla.

--- ¿Vienes de Francia verdad?- le preguntó, tomando un sorbo de su bebida- lo sé por tu acento, y ese diseño que usas, solo se vende en “L´amour” en parís.

Luka dio en el clavo, su hogar está en parís y su tienda predilecta para comprar, por sus diseños exclusivos, era precisamente “L´amour”. < Pero ¿cómo es que un chico sabe de diseños? … acaso será… pero no lo parece, sería una lástima si lo fuera> pensó antes de responder, no le fue posible decir una palabra porque él la interrumpió.

--- Mi tía es dueña de esa tienda, madre tiende a visitarla seguido, mi hermana y yo nos vemos obligados a seguirla a todos lados, mi hermana tiene uno de los tres ejemplares de ese vestido, lo usó en su cumpleaños diecisiete- Karlhy no puedo evitar sonreír, agradecida de que él hubiera aclarado ese pequeño detalle.

--- De hecho, yo lo use para mi cumpleaños dieciocho, eso fue el año pasado; eres muy observador Luka. ¿Qué carrera estudias?- comenzaron a relajarse poco a poco.

<< Ingeniería eléctrica>> respondió. Las risas entre comentarios no se hicieron esperar, hablaron de sus vidas en países distintos, Luka mencionó que venía de Inglaterra, habló de sus pasatiempos y de cómo eligió Italia para estudiar. Ella por su parte le comentó superficial y rápidamente que era la menor de tres hijas, que una de sus hermanas mayores estudiaba diseño de modas en París, y la otra medicina en  Estados Unidos. No habló de sus amigos, tampoco de cosas demasiado personales, Karlhy no era el tipo de persona que confía en alguien a primera vista; aunque ese chico le produjera un sentimiento de compatibilidad que no había sentido en mucho tiempo. La plática continúo hasta que los dos se percataron que el salón estaba casi vacío, se despidieron esperando volverse a ver, él era de la fraternidad Bheta y ella de la fraternidad Alfa. Ambos sabían dónde buscar.                                                                                                                         *

Pero ninguno de los dos se ha atrevido a buscarse en una semana, Karlhy imagina que uno de esos días él la está esperando fuera del aula, que platican, que se vuelven amigos. El chico le atrae, < ¿Cómo no va a gustarte?> se cuestiona a sí misma, mientras el maestro sigue con la clase, a la que ya sólo le quedan veinte minutos de existencia. <Pero Luka es demasiado bueno para que no tenga novia, guapo, atento y para colmo con buena posición económica, no me lo dijo, pero es obvio, nada de lo que usa cuesta menos de 100€, debe hasta tocar algún instrumento… eso es igual a un “no está disponible o tiene algún oscuro defecto”> respira profundo con este último pensamiento. La clase ha finalizado, y todos comienzan a retirarse, ella se levanta de su asiento dispuesta a imitar a  los demás.

--- Si tanto te interesa, búscalo - es Sol la que interrumpe sus cavilaciones- crees que no note que estuviste pensando en él, deberías darte una vuelta por la fraternidad Bheta, “uno nunca sabe lo que el destino le depara”- añade encogiéndose de hombros al tiempo que se levanta del pupitre. Karlhy ríe un poco sorprendida.

--- Me asustas ¿Cómo es que puedes leer la mente? – Las dos se ríen- Mira parece que Frank tiene compañía.- Karlhy señala a la pareja a unos metros.

--- ¿Qué?- Sol voltea con rapidez para encontrarse a una chica con suéter blanco y converse al lado de su compañero de baile-Ah es verdad…Frank es tutor deberíamos pedirle el archivo de la tarea, mira, se están yendo, ¡corramos!-  hala a Karlhy sin previo aviso, chocando con uno que otro compañero, como es de esperarse a la salida en un aula de 200 personas.

--- Espera, nos vamos a caer- se queja Karlhy- lo siento, lo siento- repite apenada al golpear a varios muchachos.

Ambas se abren paso entre la multitud hasta alcanzar a Frank y a la joven que lo acompaña. Sol no se percata que atrás de ella un par de ojos verdes observan con malicia que en su pupitre aún permanece un pequeño cuaderno de tapa rosa.
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<< Creo que en la primera evaluación vendrán funciones por partes>> Frank termina de acomodar el bolso en sus hombros, habla animadamente con Violet quien está en su misma clase. << No digas eso, son las peores>> protesta la muchacha que mira como la chica de la fraternidad camina arrastrando a su amiga del brazo, llegan agitadas y con los cabellos desordenados.  

--- Hola Frank, ¿Cómo estás?  – musita rápidamente Sol, acomodándose la diadema que usa y esbozando una sincera sonrisa, que denota cuán bien le cae el muchacho.

---Hola, bien porque ya finalizó la tortura, por lo visto ustedes también sobrevivieron – se refiere a ambas, pero es notorio que su vista se desvía cada dos por tres al lado de Sol – que mal educado, ella es Violet – aclara segundos después. Violet ya conoce de vista a ambas amigas, pero nunca había cruzado palabra con ellas.

--- Sol y ¿Karlhy? , ¿ustedes viven en la fraternidad?- Violet estudia principalmente a quien fue compañera de baile de Frank, es bastante obvio que su amigo esta embobado con ella desde ese día e intenta averiguar si ella es una de esas chicas de las que debería mantenerse lejos.

--- Sí, somos de la fraternidad Alfa, pero generalmente no nos quedamos ahí durante el día, es más aburrido de lo que parece– Sol aclara de que fraternidad son porque existen tres más para chicas, aunque las Alfa no pasan desapercibidas, a ella le encantaría que no la ligaran inmediatamente con su casa de “hermanas”. 

--- Ya veo, aunque la fiesta no parecía nada aburrida-Violet está probando a su interlocutora, aún está en el inhóspito terreno de no caerle bien ni mal.

--- A nadie le pareció aburrida Violet, tú te tomaste la mitad de la botella del vino que nos ganamos- Frank aligera el ambiente con su comentario, y todos bromean un poco en torno al tema.

Tras caminar afuera del aula, Sol recuerda el objeto de ese encuentro--- Frank ¿nos puedes pasar el archivo de la tarea?... por favor- ella mira hacia arriba para encontrarse con los ojos de su compañero, le gustan los ojos de ese tono de café, siempre le han gustado.

--- Si, por supuesto- Frank se detiene un momento, deleitándose con la suave mirada de Sol ¿debería invitarla a tomar algo?- Pero tengo los archivos en mi laptop, se la presté a una amiga de mi hermana, ¿vienes a traerla conmigo? Es en el club de teatro- están algunos pasos delante de Violet y Karlhy, Frank intenta parecer lo más relajado posible, pero aun con el frio ambiente, está sudando y su pulso choca contra sus venas.

--- No conocemos ningún club aún, será divertido, ¿tienes una hermana?– Los rayos de luz de la mañana se dispersan en el aire y hacen que las partículas de polvo dancen entre ellos. Frank no es su tipo, no es el tipo de muchacho capitán del equipo de futbol, el que sabe exactamente que ponerse para verse bien, el que usa el corte de moda, y aun así, es atractivo, de una manera tan natural que la sorprende.

--- Sí, es mi melliza, ella se queda en el edificio de arte… oye, Sol…– Frank va a decirle que almuercen juntos, aunque fuese en grupo sería un paso adelante, intenta mantener su voz uniforme a pesar de su nerviosismo, Sol lo está mirando directamente a los ojos pero de repente parece recordar algo.

--- Ay no… mi diario, creo que lo olvide en el salón- Se toca la frente y arruga la nariz en señal de disgusto- tengo que ir por él, pero ¿Qué me decías?

--- Descuida, luego te digo, te acompaño al salón-  Frank no desea terminar la charla tan pronto y estar a solas en el salón suena como un muy buen momento para invitarla a comer… aunque solo sea en plan de amigos.

--- Frank, Blanca llamó dice que algo le sucede a tu computadora, vamos rápido si es que no quieres perder todos tus archivos- Violet acaba de recibir la llamada preocupada de la chica española.

--- Ah… no debe ser tan grave- Violet hace una mueca de sorpresa, para Frank su laptop es vital- voy a ir con Sol al salón a recoger algo y luego los alcanzamos.

--- No, ve con ellas, yo los alcanzo, no me perdonaría que perdieras información importante- Sol le sonríe a todos, aunque la verdad es que si deseaba que Frank la acompañara al salón, porque tiene curiosidad acerca de lo que iba a decir segundos antes.

--- Bien, estaremos esperándote- le dice Frank mientras cruzan una mirada, podría insistir pero no quiere parecer un acosador.

Sol camina despacio hacia el salón, pensando en que no volvería a llevar el diario a clases, de todas maneras la inspiración se cortaba totalmente con la catedra interminable de su profesor.
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El aula está desierta y todo el lugar parece inmenso sin todos los alumnos en los asientos. Avanza adentro del salón, hay un peculiar olor a plumón de pizarra en el ambiente, busca con la mirada el lugar que ocupo en la clase, pero el diario no está ahí, siente un nudo en el estómago hasta que visualiza a alguien, quien sostiene el pequeño cuaderno rosa.

Es el chico del baile, el mismo que Karlhy señalo para indicarle que habían buenos prospectos, en ese momento no pudo negar que era guapo; aunque ahora que lo tenía enfrente se daba cuenta que todo en él era atractivo, el color de sus ojos era muy inusual y se dio cuenta que no era tan bajo como había pensado. Se acerca con timidez y piensa en lo que significa que tenga su diario, ¿la habrá estado observando? Se siente halagada ante ese pensamiento y de inmediato coloca una de sus mejores sonrisas.

--- Hola- Sol rompe el silencio, siente como sus mejillas se comienza a calentar, no es fácil tener a semejante ejemplar de masculinidad enfrente y mantenerse con la cabeza fría.

--- Hola- responde el muchacho con un tono de voz bajo- ¿es tuyo? Estaba por llevarlo a objetos perdidos.

Por un momento Sol guarda silencio, ¿él lo encontró por casualidad? Ella no creía en las casualidades, solo en que esas pequeñas cosas sin explicación eran señales. De repente su corazón comienza a latir más rápido y pone atención en el canto de un pájaro fuera del aula, ve las pestañas de él, bajar y subir, doradas como su cabello. Vuelve en sí cuando él se mueve un paso más hacia adelante. 

<< Sí, es mío, ¿Me lo devuelves?>> Ella no se mueve de su lugar, pero él sigue avanzando. << Claro, toma>> Santiago extiende el diario en la poca distancia que los separa y le sonríe como un profesional, lo justo para marcar el hoyuelo en su mejilla.

Sol se aferra con insistencia a la delgada cinta que forma parte de la cartera colgada a su hombro, toma el diario con rapidez y se permite corresponder a la sonrisa. << Soy Santiago, es un placer conocerte>>, dice el muchacho, dándole la mano para complementar el saludo, ese solo toque desata un puñado de ondas estáticas por su cuerpo.

<< Soy Sol, mucho gusto>> trata de templar su voz. La voz de Sol es cantarina y se podría confundir con la de una jovencita más joven, a Santiago le gusta, la chica despierta en él sensaciones que tenía varios meses de no experimentar, estar al acecho y formar estrategias para atrapar a un prospecto siempre era algo emocionante, y solo quizás esta fuera la buena, la que fuera lo suficiente para no buscar a nadie más.  

<< ¿Eres de aquí? quiero decir, ¿eres de Italia?>>Santiago continua la conversación << Así es, soy de Nápoles, tu eres… ¿ingles?>>  Ese día en la fiesta a Sol le pareció engreído, se pregunta si no habrán sido solo juicios precipitados, porque hasta el momento parece muy agradable.

Ahora sus ojos se ven directamente, leyendo uno en el otro lo a gusto que se encuentran. Ella no esperaba esta situación, no tan rápidamente, pero aun así cree que el chico puede ser especial, que quizás este sea el bueno, que quizás esto sea amor a primera a vista.

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