martes, 7 de agosto de 2012

CAPITULO OCTAVO


Lo prometido es deuda, y aquí están los nuevos capítulos. 

En el capítulo, está narrado en primera persona, lo que quiere decir que me tuve que poner en los zapatos de Luna ( y que dificil es :-/... jejeje ) , aunque Sol no fue más fácil , me cuesta aún pensar como ambas , pero ahí voy. En el capitulo aparece una pequeña línea de una canción "Havent met you yet" es de Michel Buble, y me gusta mucho, la puse como algo espontaneo , pero si alguien quisiera buscarla y oírla se las recomiendo.  


Recordatorio de siempre: los pensamientos son < > , las frases en voz alta << >> , y la escena del flashback * * .

ENCUENTRO


“No existen verdaderos finales, porque todo lo que parece acabar, impulsa el comienzo de algo nuevo” 



*Luna POV*

<Quizás sí sea un buen chico, después de todo dibuja muy bien, la pintura no es su fuerte, pero tiene potencial>. Hace una semana que Hiroki y yo trabajamos juntos y la exposición está casi terminada, aunque he hecho algunos bocetos por mi cuenta no estoy segura de querer mostrárselos, son demasiado… “míos”. Aún siento los restos de pintura en mis dedos y los residuos que se colaron a mis uñas, pero que no se ven por el color negro que estas  llevan por fuera. Hace solo 10 minutos que terminamos de pintar en los lienzos que llevo acunados contra mi pecho, para protegerlos del viento que amenaza con llevarse todo a su paso; incluidos mis rizos que se alborotan mostrando su lado más rebelde.

Veo desde lejos el edificio de arquitectura, no es precisamente una obra de arte e irónicamente está lleno de diseñadores, parece algo rustico; pero, con un clima como el de hoy cualquier choza sería un buen refugio. Frank estará molesto al verme porque prometí llegar hace una hora, no sabía que el tiempo se pasaría volando y que al darme cuenta el reloj ya marcaría las 6:00 pm. El tema para la presentación resultó más complicado de lo que pensé, no era solo dibujar corazones rotos, si no sentir uno en tu pecho; es la única forma en que logré que mis dibujos fueran buenos, aun así puede ser que no esté lejos de la realidad. A veces recuerdo el primer día en este lugar y mi experiencia con aquel guitarrista, en realidad no fue una verdadera “experiencia” fue más un “sueño”… ¿me lo habré encontrado alguna vez sin saber quién es? … no eso no puede ser, en ocasiones pienso que solo fue una alucinación… << ¡¡Auuch!! >> Mi pie tropieza contra una piedra, siento el dolor punzar, bajo la vista al suelo y en un momento de distracción aflojo un poco mis brazos, al tiempo que una ventisca se lleva la mayoría de los papeles que tanto he cuidado.

<<Maldición…>> susurro, trato de mantener la calma, pero algunos lienzos ya están lejos; me apodero de los más cercanos  rápidamente, camino y me inclino para poder recoger el último de ellos. Aparentemente el viento se arrepintió de su pequeña broma, porque ahora sopla apacible. De repente, observo una silueta que hace sombra al sol, junto a mí, y una mano me ofrece el preciado boceto. Lo tomo, pero la luz del sol que ahora comienza a descender, me impide enfocar de forma clara su rostro; sin embargo, me doy cuenta de que es alto porque aun acurrucado me lleva media cabeza de estatura. Nos levantamos al mismo tiempo y mis ojos se acostumbran al brillante anaranjado del ambiente.

Ahora veo con claridad al muchacho, mi vista periférica nota su piel trigueña, sus cabellos castaños un poco despeinados y una barba del mismo color que cubre parte de su rostro; pero mi atención se centra en sus ojos, del color de la miel, tristes y misteriosos que me examinan de la misma forma que los míos  a él. Una extraña sensación recorre mi cuerpo, < ¿lo conozco de alguna parte?>, percibo como mis músculos se tensan porque creo reconocerlo, por supuesto es absurdo, no tengo tanta suerte. Por unos segundos que parecen eternos ambos guardamos silencio, pero yo decido romper el hielo para parecer más tranquila.

--- Gracias…- Bien, lo acepto, no nací con el don de la palabra verbal. Además el chico me observa de una forma que me intimida, como queriendo mirar más allá, y no hablo de ropa, hablo de mis pensamientos.

--- De nada, el clima no es el mejor- Acaso ¿él vio todo el lio con el viento? Es extraño no lo sentí caminar detrás de mí- ¿son tuyos? … - me cuestiona viendo por un momento los bocetos, y ahí firmó su pertenencia al club de “preguntas tontas”.

--- ¿Los papeles?...- sí, también yo merezco un premio a la mejor respuesta del mismo tipo, me doy un pequeño golpe mental para que mis neuronas reaccionen correctamente, pero con su voz de bajo chocando en mis tímpanos es difícil siquiera recordar cuál es mi nombre. < ¿Estoy nerviosa?> no, mis manos hormiguean por… por… quizás sí estoy un poco nerviosa, < esto no tiene sentido, no lo conozco>… yo no creo en esos cuentos tontos de “amor a primera vista”, esas cosas solo ocurren en las novelas.

--- No, bueno sí, quiero decir, ¿tú los dibujaste?- pasamos a las preguntas con sentido a las que no quiero responder, < no me gusta mostrar mi trabajo al público, no mis dibujos> pero, en fin, estos son parte de una tarea y de cualquier manera muchas personas los verán. Además por alguna razón en particular, que desconozco, el me inspira confianza y no solo eso; pero en este momento no se definir lo que siento, todo mi cuerpo palpita al ritmo de mi corazón, así que no se si este aún se encuentra en mi pecho o viajó a mi estomago.

--- Sí…yo los dibuje, son parte de una exposición… - se los entrego sin despejar mis pupilas de las suyas, procurando que no se note el pequeño temblor de mi mano. Es inútil, mis torpes movimientos al tratar de pasarle los bocetos en un pequeño puñado desordenado hacen que todos amenacen con caer de nuevo. Trato de sostenerlos sin éxito, al siguiente instante sus manos están sobre las mías que sostienen los lienzos resbaladizos. Nada cae al suelo. Él los toma con seguridad y el contacto termina.

<Fuego… fuego…fuego> desde el dorso de mis manos a todas las células de mi ser. Mis mejillas se tiñen, estoy segura de ello, porque siento mi cara arder. Mi pecho duele, sin saber el porqué. Mi respiración se contrae. Mi mente está en blanco.


Respiro profundo para calmar mi pulso, él se concentra en analizar los dibujos, me pregunto si habrá notado el cambio de color en mi tez, ruego en silencio porque no haya sido así. Porque yo no he notado ningún cambio en él, su expresión no dice mucho. Ahora me permito revisar su figura, tiene brazos fuertes y manos grandes, ásperas por lo que percibí, sus pectorales se ciñen a la camisa blanca que lleva puesta, sus pantalones cafés gastados y sus zapatos de lustre, del mismo color del pantalón en una escala menor, lo hacen parecer sencillo pero atractivo.

--- ¿Cuál es el tema?- me saca de mis reflexiones internas, mientras sus ojos se posan de nuevo en mí, esta vez siento una punzada en el corazón, mantengo la mirada para aparentar calma.

--- Amar sin ser amado- la frase me hace temblar, trago saliva de forma audible y trato de explicarle, pero él me interrumpe.

--- Ya veo, por eso distingo mucha tristeza,- otra vez intento explicarle sobre lo que trato de retratar, pero de nuevo habla- son excelentes- no puedo evitar sonreír- aunque…- mi sonrisa se borra automáticamente, él lo nota y se detiene << Dime>>, no me agradan las criticas, pero deseo escuchar que piensa- … solo veo tristeza, y cuando uno ama sin ser amado también hay ira, rencor, quizás hasta venganza- sus palabras son duras, pero sus facciones siguen siendo neutras.

--- Sí, probablemente tienes razón, no están terminadas, además solo he logrado imaginarme que se siente, nunca he pasado por algo así…- mi dignidad debe quedar en alto, más por orgullo de artista que por aparentar jamás haber sido rechazada, pues por ese lado <si él sabe tan bien que se siente debe ser por algo>; los músculos de mi cara se vuelven tirantes al pensar en esto, me inquieta la imagen mental de él enamorado de alguna chica.

--- Supongo que no, nadie podría rechazarte…“pintora”, tus dibujos y pinturas son impresionantes- los pensamientos se amontonan en mi cerebro y las palabras no se procesan ágilmente, así que solo mi cuerpo responde de manera inmediata, el fuego se traslada automáticamente  a mi cara y ahora estoy segura que nota el rojo, parecido al del atardecer que sucede a nuestras espaldas. Mis labios forman una delgada línea que se extiende de un pómulo a otro. Yo también quiero ver más allá, porque su rostro esta tan sereno que comienza a desesperarme, quiero saber que detrás de ese muro enorme, hay la mínima posibilidad de simpatía… no, a quien engaño, quiero más que simpatía, quiero conocer su mente y su corazón, que él conozca mis sueños, mi risa, mi aroma… <quiero creer en el amor a primera vista>

Me devuelve los dibujos y entonces su temple lo traiciona. Lo oigo reír, ríe como un niño cuando alguien le hacen cosquillas, < ¿habrá sido mi cara hecha un tomate? > Me pregunto, pero pronto me contagia y rio tímidamente. No sé exactamente de que nos reímos, pero toda la tensión de hace un momento se extingue, sin darnos cuenta comenzamos a caminar, avanzando al edificio frente a nosotros. La risa ha cesado y él se detiene.

--- Discúlpame, debo parecerte un tonto, pero me pareció gracioso el hecho de darte consejos cuando yo no me atrevo a trazar una línea sin mis instrumentos, además no conozco tu nombre “pintora”- la sonrisa aun persiste en sus labios, su rostro luce relajado y fresco, ahora su muro no está y logro ver sensibilidad, amabilidad, ternura y… ¿nerviosismo?, el no puede estar nervioso, las únicas rodillas que amenazan con doblarse son las mías. Su mano se dirige hacia la bolsa del pantalón, y sus pies parecen no estar totalmente fijos en el suelo; sí, podría estar nervioso.

Seguramente tardo mucho en contestar, pues él interviene de nuevo.

--- Alexander, ese es mi nombre, pero puedes llamarme Alex.

--- Tomare en cuenta lo que dijiste sobre el trabajo, Alex…- me estremecí al pronunciar su nombre, porque se siente tan propio, como que ese chico solo pudiese llamarse Alex y exclusivamente en mi boca sonara tan bien. Es mi turno de presentarme, el aún me ve con la expresión cálida que acaba de adquirir.

--- Me llamo… -

<<¡¡Luna!! ¡¡Luna!! >> No es necesario terminar mi frase, el chico que viene caminando rápidamente hacia nosotros lo hace. Mi hermano jamás había sido tan inoportuno.

--- Luna hace más de una hora que te espero- me dice Frank y se percata del chico a mi lado- Alex, ¿Qué haces aquí? ¿Ustedes se conocen?- nos interroga un poco alterado.

--- Frank, no pensé encontrarte aquí, creí que el taller terminaría temprano, y yo pregunto lo mismo, ¿se conocen?- Alex ha recuperado la expresión vacía de su rostro, puedo sentir el muro de concreto, reflejado en sus ojos, chocar contra mi nariz.

--- Pues podría decirse que de toda la vida, te lo digo esta chica no es buena compañía, es una bestia al enojarse.- mi impertinente hermano vuelve su vista hacia mí, le lanzo una mirada asesina y él se ríe- es mi hermanita- musita finalmente.

--- No sabía que tenías una “hermanita”, pero ahora que lo pienso se parecen mucho, así que Luna Angeli – mi corazón palpita con más fuerza y sin un ritmo fijo al escuchar mi nombre en sus labios.

--- Sí soy Luna  y no soy la “hermanita” de nadie, son la hermana mayor de Frank- mi voz tiene un leve tono de soberbia, pero mi hermano no debe notar mi verdadera situación sentimental.

Se escucha una risa proveniente de la garganta de mi mellizo, pensé que saldría con su discurso de “solo me llevas tres minutos”, pero intuyo que quiere despedirse rápido de la presencia de Alex cuando dice << Bueno, mi “hermana mayor” y yo nos vamos, hasta mañana>>. Me siento un poco molesta, porque deseo seguir charlando con el chico de ojos melancólicos, más pienso en lo mucho que he hecho esperar a Frankie, también tengo que despedirme.

--- Entonces, ¿son compañeros?- bueno, no podía quedarme con la duda.

--- Si ambos somos arquitectos en proceso.- me responde Frank, y pienso en lo que dijo Alex acerca de no poder dibujar una línea sin sus “instrumentos” ahora tiene sentido- y espero que el futuro arquitecto Ivanov sí llegue al taller de dibujo a mano alzada.- ¿Ivanov? Asumo que es el apellido de mi recién conocido.

--- Tenía cosas más importantes que hacer, y si me disculpan voy retrasado a mi clase de guitarra.- Hasta ese momento me doy cuenta de la guitarra que lleva al hombro, nos hace un ademán para retirarse y por un instante nuestros ojos vuelven a conectarse y me regala una rápida y cálida sonrisa, yo respondo de la misma manera, olvidando la presencia de mi hermano.

--- Adiós.- Decimos Frankie y yo al mismo tiempo, él me ayuda con mi mochila y caminamos  rumbo a la cafetería.

<< No paras de sonreír desde hace 15 minutos, ¿te gusta Alex? >>, Frank siempre ha sido directo, y esta vez no es la excepción. << ¿Qué dices? No inventes historias que no son>> le respondo tratando de aplacar mi sonrisa que parece engrapada a mi cara; << ¿te gusta?, ¿sí o no? >>  vuelve a interrogar, << no >> miento, no puedo arriesgarme a que mis padres escuchen algún comentario fuera de lugar. << No se lo contaría a nadie, si eso es lo que crees, menos a nuestros padres, pero eso ya lo sabes. Aunque no te guste, quizás podrías darle algunas clases de dibujo a cambio de unas clases de guitarra, papá insistió en que deberías aprender a tocar>> abro los ojos por la sorpresa, al escuchar sus palabras. < ¿Alex da clases de guitarra? Entonces debe tocar muy bien, tanto como el chico del bosque… no, es imposible. Debo alejar estas fantasías de mi cabeza. Y pues no quiero aprender a tocar guitarra, pero podría considerar darle clases > reflexiono antes de hablar, <<no me gusta tocar guitarra así que no pienso recibir clases, pero siempre has dicho que hay que ayudar a las personas para volverse mejor humano ¿no?... podría ayudarle, pero solo si el pide la ayuda>> sonrió al decirlo.

     v   

*Sol POV*

< ¿Cómo es que termine aquí?, ¡¡esto debe ser una pesadilla de la que no puedo despertar!!> Me repito mentalmente por enésima vez, mientras recorro un largo pasillo de color blanco. Hay unas seis puertas colocadas a ambos lados y agradezco que sea hora del almuerzo, pues las habitaciones están vacías y por lo tanto no hay nadie observándome, excepto Santiago que me ayuda con mis maletas.

Las cosas se hubiesen dado de forma diferente si mi orgullo no fuese más grande que mi prudencia. Y es que creerse la “Juana de Arco” de la fraternidad no resultó como esperaba, todavía siento un leve malestar estomacal al recordar los eventos de hace dos días exactamente.

*Flashback*

<< Haven’t met you yet…*>> cantaba inconscientemente mientras ojeaba un libro sobre cálculo vectorial, las figuras se me antojaron divertidas y es que desde hace días no podía sino sentirme “feliz”. Todas las mañanas pintaban estupendas y todas las clases eran asombrosamente interesantes; aunque debo aceptar que no podía esperar a las horas libres, que eran en mis favoritas, puesto que las pasaba en compañía de Santiago… suspiraba al solo pensar en su nombre.

A partir de esa afortunada sesión de matemáticas en que hablamos por primera vez, cuando por coincidencia olvide mi diario, nos cruzamos “casualmente” casi en cualquier sitio, teníamos las mismas clases en los mismos horarios, incluso nuestros grupos de laboratorios coincidían. En la cafetería descubrí que se sentaba con la fraternidad, y me sentí aliviada porque solo así podría venir a mi “casa”, el era un Bheta y yo una Alfa, eso debía ser una señal, o simplemente eso deseaba yo.

Los saludos ocasionales y las miradas secretas que nos dirigíamos pronto se convirtieron en tardes de estudio y charla, luego vinieron los helados, las salidas al campo, a la ciudad, al cine, estas últimas eran mis preferidas debido a mi muy sana obsesión por el séptimo arte y los cinemas, su olor me hacia recordar mi infancia en Nápoles. Resumimos nuestras vidas en un kilometro, a bordo de una balsa por las calles de Venecia, sentía que lo conocía muy bien; pero, también que me estaba precipitando porque no lograba encontrar algún defecto en él. Hasta su tono engreído y arrogante, cuando hablaba con los demás chicos de la fraternidad, me parecía adecuado… pero ¡¡No!! No estaba enamorándome de él. Trataba de convencerme a mi misma de aquel pensamiento.

Un martes por la tarde me llevó un tulipán rosa, y me pidió que fuese su novia. Su declaración no tuvo nada de extraordinaria, pero si todo de honesta, sabía que hablaba con el corazón. Por toda respuesta lo besé.

Karlhy me molestaba constantemente por mi comportamiento, decía que estaba hechizada por el amor, y me advertía que debía tener cuidado pues “las estrellas fugaces solo iluminan un segundo”. Por supuesto sus propios consejos caían en un saco roto al aplicarlos en su vida. Luka y ella se habían vuelto muy amigos, el me agradaba y a la vez me desagradaba, por un lado me parecía un muchacho honesto y cortes, que tenía un toque de artista mezclado con la exactitud de un ingeniero; y por otro, un chico demasiado tranquilo, tímido y un poco retraído, aún notaba su nerviosismo cuando hablaba conmigo y algunas compañeras de la fraternidad.

No me di cuenta en qué momento pasó todo el primer mes y cuando reaccioné estábamos ya en las primeras evaluaciones; la vida en la fraternidad era muy convencional. No como la suelen pintar en las series de adolescentes donde todos sus miembros viven de fiesta y tienen su futuro resuelto, sin el menor esfuerzo, gracias a que provienen de familias adineradas. Las Alpha eran, la mayoría, “campeonas”; cada una explotaba sus talentos al máximo, y vivían en constante competencia, habían desde futuras científicas hasta bailarinas profesionales, y cada una se creía por supuesto: “el centro del universo”. Es en este punto donde comienza la discordia.

<<El mejor contrincante siempre es uno mismo>> eso fue lo que le dije a Karlhy cuando mencionó ciertos rumores que corrían por la casa, se trataba de la “presidenta”. Me tomó muy poco tiempo advertir que Valery me veía como un obstáculo para seguir con su libre mandato. Ella tomaba todas las decisiones de la casa sin pedir la opinión de nadie, y al percibir que tenía control sobre las voces de las demás chicas concluí que no debían ser sus habilidades de líder lo que la llevo al puesto que ostentaba, sino sus “influencias” en aquel lugar, que su padre fuese de la junta directiva de la universidad era muy conveniente.  Propuse que hiciéramos comités, para hacer más participativa nuestra convivencia, luego quede en el comité organizador de los eventos sociales, y cuando elegimos a la presidenta suplente fui la que obtuvo la mayoría de votos. No era mi intención quitarle su lugar a la representante; pero, quizás por el descontento general hacia ella, tenía el apoyo de casi todas mis compañeras. Trataba de no alardear de mis logros pasados y tener una actitud positiva; sin embargo, según decían, Valery pensaba que estaba postulándome de adelantado para las elecciones de fin de semestre, y debo aceptar que ella tampoco me simpatizaba y quizás lo considerara. Por el momento mi mayor preocupación eran los exámenes parciales, mi “candidatura” y Santiago debían esperar una semana… hasta que llegó a mi mente un asunto que no podía esperar.

--- ¡¡No lo soporto!! De verdad Sol, ya no se qué hacer, le he dicho de todas las maneras posibles que me deje en paz y que si no lo hace le diré a Valery.- Karlhy cambio de tema al revisar un mensaje que llegó a su móvil.

--- ¡¡¿Cómo puede ser tan sinvergüenza?!! – Exclamé al leer el texto del mensaje-  es un hijo de…- inhale en este punto- ¡Valery debe enterarse! Aunque no me sorprendería que ya lo supiera y que lo dejara pasar, se nota que esa niña tiene la autoestima por los suelos.

Pierre se había convertido en una autentica lagaña, desde la fiesta en que conoció a Karlhy no dejaba de perseguirla. Consiguió su número seguramente del móvil de Valery, y ocupaba su día en mandar mensajes de texto “picantes” a mi amiga, le obsequiaba regalos o la esperaba fuera del aula para “charlar” con ella, en este aspecto Luka fue un gran alivio, pues en su compañía el tomaba con recato su hostigamiento. Solo yo sabía de la situación, y conocía las múltiples veces que  ella había intentado parar su comportamiento, pero parecía que ni siquiera la amenaza de contar lo que pasaba a la presidenta le importaba.

--- Sí eso mismo pienso yo, podría contárselo a Luka, quizás él… - no terminó la frase, como buscando la palabra adecuada, puesto que su “amigo” no sería capaz de golpear, al  capitán del equipo de lucha de la universidad- no, esa no es opción- se arrepintió y me vio con ojos de preocupación mientras se dejaba caer sobre el sofá rosa que adornaba mi habitación- solo queda decírselo a alguna autoridad fuera de la fraternidad…

--- Espera- lleve el dedo índice a mi barbilla, como hacía cuando pensaba en alguna idea alocada – creo que hay otra salida… - me miró con expectación- … debemos darle una lección, algo que jamás olvide,  que todo el mundo sepa que clase de persona es el novio de la representante.

 Kharly no estuvo de acuerdo al principio, pero mi cerebro ya había concebido la idea y no descansaría hasta probar experimentalmente su eficacia. El plan era hasta cierto grado sencillo. Consistía en hacer creer al “sujeto” que la “victima” había caído en sus redes, mi amiga tendría que fingir interés por el tipo que estaba segura no se conformaría con una tarde tomados de las manos, para pasar al siguiente “nivel” debería cumplir con algunas condiciones, entre ellas escribir una carta de amor y grabar una pequeña declaración. Era este paso al que no estaba segura que él se sometería, si lo hacía caería en la trampa y llegado el día en que el recibiría su “recompensa” por ser tan buen pretendiente, lo haríamos entrar a la casa que según él estaría vacía porque todas teníamos un evento  justo en la fraternidad de los Bheta. Lo que no sería de su conocimiento sería que a última hora el lugar de la reunión se cambio al salón común de las Alfa, la planeadora social es una chica un poco improvisada. Karlhy se encargaría de traerlo y yo de colocar el video con la declaración de amor seguido de la lectura de la “flamante” carta escrita de su puño y letra. El dejaría en paz a mi amiga y de paso le hacía un favor a Valery para que por fin decidiera abandonar a ese pedazo de desperdicio humano. Todo el mundo era feliz.

Yo me creía, a las 8:00 pm de ese viernes, la salvadora del universo, una especie de heroína de largometraje y la mujer maravilla en persona. Todo salió a pedir de boca en la última semana y Pierre, a pesar de mis dudas, cumplió con lo acordado.

Estaba a punto de presentar el premio del año anterior a la mejor atleta  de la fraternidad Alfa, en una reunión que se hacía al inicio de cada temporada y para la que se reunión ambas fraternidades ya que los chicos también presentaban a sus mejores miembros, cuando llegó el momento. Vi entrar a Pierre, con una sonrisa que se convirtió en una mezcla de incredulidad y rabia, de la mano de Kharly.

<< Antes de presentar el siguiente premio, quiero dar un reconocimiento especial a Pierre el presidente de nuestra fraternidad hermana, por el mejor idiota farsante de todos los tiempos>>  espeté y accioné el botón del DVD, el video corrió en la pantalla. Era una burda comedia para todos, las carcajadas no se hicieron esperar, los silbidos y alguna que otra expresión vulgar por la forma en que el “acusado” hablaba en el video. Pasé a la lectura de la carta para cerrar con broche de oro. Todo el mundo se detenía el estomago de la risa, y los cuchicheos llenaban la habitación.

No note en qué momento una mano me arrebato el micrófono, y un grito de << SILENCIO>> se diluyó en el ambiente. Valery hablaba con la respiración entrecortada, yo imaginaba a la chica corriendo hacia su habitación a llorar su desazón y en cambio la tenía ahí plantada gritando que todo era una trampa, que todo era una mentira, que Pierre era incapaz de una cosa así. Pierre caminó violentamente hasta el lugar donde nos encontrábamos y profirió espantosos gritos señalándonos a Kharly y a mí con el índice. <<Ellas me amenazaron con hacerle daño a  Val si yo no les seguía el juego! Y la carta se la inventaron, son unas zorras sin vida que nos tienen envidia>>

Se podía oír el crujir de la madera en que estábamos parados. Yo reaccioné primero; << ¡Eres un estúpido! ¡Crees que alguien se tragara tu engaño! Son más inteligentes que eso, y tu Valery, me das lastima, ¡¿Qué no tienes dignidad?!>> La miré a los ojos, que me observaban con furia. Karlhy habló con firmeza después de un segundo: << ¡¿Cómo puedes defender a este imbécil?! No ves que es menos que basura, todo lo que hizo es real, y seguramente no soy la primera chica a la que acosa. Y tu %%##?! Deja de llorar como niñita y enfrenta lo que hiciste, ya todos saben con que canalla están tratando>>. Todo el silencio se acumulo en mis oídos como un zumbido hasta que la representante tomó de nuevo la palabra.

--- Bien, niñas tontas, vamos a ver qué tan creíbles son sus palabras sobre la reputación de mi novio.- Los ojos de Valery estaban vidriosos al musitar las palabras, ella estaba segura de que todo era verdad, pero por alguna razón que desconozco prefirió seguir viviendo en una mentira. Mi lastima por ella se vio disminuida por el rencor que vino a continuación.

--- Levanten la mano todos los presentes que crean que “mi Pierre” es culpable de todo lo que se le acusa.- Pierre salió de detrás de la espalda de su novia y adquirió una renovada postura de jefe, él también tenía serías influencias en aquella “colmena”.

Los chicos se miraban unos a otros, pero nadie se atrevía a levantar la mano. Volví mi mirada hacia donde estaban reunidos los Bheta, pero no encontré a Santiago por ninguna parte, él seguramente me ayudaría. < ¿Dónde estaba cuando más lo necesitaba? > estaban también esos amigos suyos de los que nunca se separaba, el alto, el oriental y la chica enferma, pero ninguno de ellos apareció. < Le conté mi plan,  le dije que necesitaría apoyo, y en vez de eso prefirió no llegar> pero ese no era un buen momento para lamentarse. Kharly buscaba en vano en el auditórium, Luka ensayaba en el teatro, a diario, a esa hora y ella no quiso comentarle nada sobre nuestro plan, sabía que el trataría de detenernos. La chica rubia tomaba la palabra de nuevo.

--- Bien, ¿ninguno? , sí eso imagine.- Ambos clavaron sus pupilas con desdén en nosotras.

--- ¡Alto! – Yo alce la voz de nuevo- no pueden seguir bajo el dominio de estos dos, vamos muchachos ustedes saben que todo es real, ¡sé que ustedes son mejores que una masa sin valentía! Jamás había presenciado tanto silencio en mi vida.

--- ¡Deja ya de hacer tu show! Sé que esto es por la campaña, sé que quieres quitarme mi lugar y usas artimañanas tan bajas como las calumnias  a Pierre, ¿piensas que de esta forma me avergonzarías? ¡Pues te equivocaste Sol! , ¡Y ahora quiero una disculpa pública si es que aún quieres ser parte de esta fraternidad!- mi respiración era irregular y mi sangre quemaba por la furia que se mezclaba en ella, deseaba golpear a ese par de desgraciados, pero no mancharía mi imagen de esa manera, tampoco me disculparía.- Estoy esperando “querida”, quiero una disculpa, ah y de tu amiga también, aunque sé que ella solo es tu secuaz.

--- ¡No voy a disculparme!- su mano se cerró apretando el micrófono- sí lo escuchaste bien Valery, no voy a disculparme ni contigo ni con el idiota que tienes a la par, ¿quieres que me vaya? Bueno entonces me iré, pero no voy a rebajarme ante seres tan… - inhalé- detestables como ustedes.

--- Lo ven, ahora quiere huir en vez de enmendar su error, pueden ver lo falsa que ha sido todas estas semanas, ¡pero no permitiré que personas como tú vivan bajo este honorable techo! – su sonrisa era triunfal, yo me sentía horrorizada al ver como había usado toda la situación a su favor, se estaba deshaciendo de mí, pero y ¿Kharly?

--- Bueno sí ella se va, también yo me voy, no tengo intensiones de vivir junto a una arpía como tú, ni ver más a un gusano como este- parecía haber escuchado mis pensamientos, aunque a mí no me parecía justo, Kharly solo me había ayudado, ella ni siquiera estaba de acuerdo al principio. Debía evitar su salida porque sabía lo importante que era para su familia que ella perteneciera a la fraternidad.

--- No, Kharly no es necesario- le dije bajando la voz- quédate, la idea fue mía y yo debo hacerme cargo- ella me miro con ojos sorprendidos.

--- Pero… no, yo también…- no terminó la frase, porque Valery interrumpió con violencia.

--- ¡No he dicho que tú te puedas ir!, tu madre no recibiría muy feliz la carta de conducta inadecuada que mancharía tu historial por siempre, ¿o sí?- esa era la única verdad, yo tendría mi historial manchado por una estupidez, pero Kharly no se lo merecía.

--- Y no la recibirá, ya te lo dije Valery, la que quieres que se marche soy yo, hoy mismo recojo mis cosas. – Apreté los puños al mencionar estas últimas palabras, no me dolía irme de esa casa, francamente jamás la sentí como “mi hogar”, lo que me torturaba era retirarme de esa manera, odiaba las injusticias aún más cuando estas se me cometían a mí.

A las 9:00 pm de esa noche no era más que una bolsa de papel aplastada que se lleva el viento, los superpoderes se habían esfumado y mi buen humor no regresaría en varios días. <Fue una tontería> pensaba una y otra vez mientras recogía mis cosas, la tontería fue querer luchar contra el orden de las cosas en el universo paralelo de la fraternidad de las Alfa. No sé cómo lo logró, pero imagino que le costó apenas una llamada, Valery me entregó personalmente la carta en la que yo pedía mi traslado porque no había podido adaptarme. No esperaba que la carta dijese eso, si no que era expulsada por difamación, injuria y quien sabe cuántos otros crímenes. Quizás la presidenta si tenía conciencia después de todo, solo le faltaba afecto, afecto por ella misma.
*Fin Flashback*

Las imágenes se disparan en mi mente una tras otra, repitiendo las peores, suspiro al llegar a la puerta del final del pasillo, es mi puerta, mi nueva “casa”. Tomo el mango de la puerta con suavidad con miedo de lo que hay detrás de ella. Paredes blancas adornadas con dibujos de criaturas mitológicas y algunas calaveras, llaman poderosamente mi atención, la cama tendida con una almohada rosa que sobresale en el edredón negro cuadriculado, junto a ella otra cama, esta última vacía. Una mesa con una computadora, un closet con collares de cruces y plumas colgados en un clavo, y finalmente un ¡tocador desprovisto de todo orden, con una prominente mancha del color de la sangre en él!  Bien es hora de salir corriendo, este no puede ser mi cuarto, ¡no puede!, ¡no debe!, ¡va contra mi naturaleza!, estoy a punto de gritar cuando descubro una calavera sobre un cofre al final de la habitación.

--- ¡Hay Dios mío! Esto no me puede estar pasando, ¡¡vámonos!! ¡Por favor Santi dime que nos equivocamos de habitación! – Me siento desesperada y él todavía lanza una risa, sí en definitiva talves mis expectativas sobre mi chico son muy altas.

--- Cálmate mi amor, no esta tan mal, si lo miras por el lado cultural… expandirás tus conocimientos. – el baja las maletas, y me abraza por el costado, tratando de tranquilizarme.

--- ¡Expandir mis conocimientos! ¿Sobre qué? ¡¡El inframundo!!- me suelto de sus brazos para llegar hasta la ventana que abro con la punta de mis dedos. - ¿Quien dormirá aquí? … hay no, ¡te imaginas si es una de esas niñas que no hablan con nadie y que creen oír a los muertos! , ¿O si  es una de esas que se creen vampiros? O… - mi pulso se acelera al pensar en esto, no es que tenga miedo… o sí quizás un poco. Luego caigo en la cuenta de lo verdaderamente importante.

--- O… puede ser una chica perfectamente normal. – Me dice mi novio quien coloca las maletas sobre la cama.

--- ¡Claro! Perfectamente normal… - digo mientras señalo una pintura que parece representar la muerte. Me doy la vuelta para quedar frente al ropero que esta incrustado en la pared, y entonces el pánico sí se apodera de mi.- ¡¡¿Dónde voy a poner mi ropa?¡¡Aquí no hay espacio ni para un alfiler!! Y no cabe ni un mueble más, esto parece una caja de cerillos, y mi cama, ¡¿cómo voy a dormir en algo tan estrecho?!- Santiago me mira con una expresión risueña, cuando para mí es todo un caos.
  
--- ¡Bienvenida a casa!- dice el chico mirando alrededor y encogiéndose de hombros.

No sé como sobreviviré a mi nuevo hogar. Solo espero que mi compañera de cuarto sea amigable… ahora manos a la obra, a hacer espacio para mis maletas. Ojala que a la señorita “rojo como la sangre” no le moleste que saque un par de cosas de su armario, después de todo, ¿qué es lo peor que podría pasar? Presiento que la calavera me observa desde su sitio. Estoy asustada. 

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